Con la llegada de fin de año, de la misma manera que los medios de difusión se llenan de anuncios publicitarios ofreciendo productos para regalar en las fiestas, las páginas de diarios y revistas, los micrófonos de las radios y las pantallas de TV se llenan de pronosticadores profesionales del futuro de la economía nacional, quienes anuncian sus habituales predicciones para el año próximo. Como es habitual, las mismas fallarán, como lo han hecho siempre, pero también esos fracasos serán olvidados nuevamente y los mismos economistas volverán a ser invitados el año próximo por los mismos medios para arrojar nuevamente sus pretenciosas predicciones al aire. Pero, entonces, ¿por qué se los llama todos los años si sus anuncios siempre fallan? ¿Es tan así como lo decimos que los pronósticos de estos economistas fallan? Pero entonces, ¿cuáles son los gurúes o pronosticadores económicos más confiables?
Previendo este hecho, este humilde Basurero se atreve a postular, en princípio, que los más confiables pronosticadores económicos son los siguientes renombrados economistas: Miguel Angel Broda, Carlos Melconian, Orlando Ferreres, José Luis Bour, Carlos Rodríguez, Mario Brodersohn, Jorge Todesca, Rodrigo Alvarez, Aldo Abram, Eduardo Fracchia, Abel Viglione, Dante Sica, Daniel Artana, Alfonso Prat Gay, Martín Redrado, Ricardo Delgado, José Luis Espert, Ricardo Arriazu, Nadín Argañaraz, Nicolás Bridger, Martín Lousteau, Javier González Fraga, Santiago Urbiztondo, Ricardo López Murphy; y también los siguientes institutos, sociedades o fundaciones: Econométrica SA, Ecolatina, IAE, Finsoport, Exante, Abeceb, Ecolatina, FIEL, Analytica, Goldman Sachs, Instituto Argentino de Análisis Fiscal, IERAL, Centro de Estudios Macroeconómcos (CEMA), Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) y el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea.
Pero, estimado lector, antes de emitir un juicio en contra de esta afirmación, en apariencia descabellada, o abandonar la nota por un prejuicio hacia los economistas o instituciones mencionadas espere un minuto; y para sacarnos juntos las dudas analicemos seria y desprejuiciosamente las predicciones anuales realizadas por estos pronosticadores seriales en estos últimos tres años en los medios de difusión hegemónicos, a través de extractos de algunos artículos periodísticos que tratan el tema (lo remarcado pertenece a este Basurero):
Pronósticos para 2009.
¿Qué se dijo sobre el dólar para 2009?
Ese precio 3,83 en las pizarras de las casas de cambio y de los bancos es la exteriorización más contundente de que los economistas del establishment se equivocaron. Otra vez. Durante la primera mitad del año y, en especial, en las semanas previas a las elecciones legislativas, esos expertos en errores aseguraban la inevitabilidad de una fuerte devaluación. Afirmaban que el dólar se iba a disparar, estimando que a fin de año se ubicaría en por lo menos 4,60 pesos por billete. Algunos de ellos lo pronosticaban con una seguridad sorprendente como parte de análisis financieros que tenían en cuenta la crisis internacional y la intensa fuga de capitales local. Otros lo calculaban con soporte académico como parte de una evaluación macroeconómica referida al atraso del tipo de cambio, que ponía en riesgo la competitividad de la economía. Sin embargo, unos y otros fallaron, como en tantas otras profecías apocalípticas enunciadas con la soberbia de un supuesto saber técnico, que en esencia es eminentemente político.
La cifra 3,83 es humillante para ese elenco de mercaderes de la información económica, comportamiento que no es exclusivo de profesionales encolumnados en la corriente ortodoxa. (...) no son inocentes ni fruto de estudios técnicos asépticos los pronósticos acerca de la evolución del billete verde, ni su eco amplificado por parte de empleados en medios de comunicación.
Ese 3,83 revela también la escasa consistencia en la mayoría de los análisis económicos de amplia difusión en ámbitos del poder, que exponen el deseo del emisor más que un examen de las condiciones internas y externas de un determinado proceso económico.
Varios son los elementos que intervinieron en la dinámica cambiaria en 2009, que si los economistas de la city los hubieran considerado se habría evitado el papelón. Bochorno que, en realidad, no les preocupa demasiado porque saben que son herramientas funcionales del poder económico y, además, sus yerros serán prolijamente ocultados con la complicidad de todos aquellos que le demandan pronósticos para el 2010.
Finalmente la cotización de la divisa cerró el año a $3,83 por dólar...
Pasemos ahora a los pronósticos para 2010:
“La economía crecerá un 3,5 por ciento en 2010, gracias al viento de cola que vendrá del exterior. La inversión crecerá apenas un 2,0 por ciento. La desocupación trepará al 11,1 por ciento y caeremos en un déficit fiscal del 2,5 por ciento.”
Miguel Angel Broda: El que pronosticó que el dólar iba a estar a 10 pesos en la crisis del 2001 y que estallaria la hiperinflacion .
La realidad es que el año cerrará con un crecimiento cercano al 9 por ciento, con un incremento de la inversión del 17 por ciento, superávit fiscal primario del 2,7 por ciento y un desempleo del 7,5 por ciento.
Broda erró otra vez y van... Cada año, al llegar diciembre, los economistas de la city difunden sus pronósticos.
Sería inocente pensar que sus sistemáticos yerros se deben sólo a sus anteojeras ideológicas. Estos economistas trabajan para grandes grupos nacionales e internacionales que están en desacuerdo con la actual política económica.
Carlos Melconian.
El 14 de diciembre de 2009 le dijo a Clarín “puede ser que en 2010 crezcamos al 3 por ciento, porque las condiciones internacionales nos favorecerán. Pero a la hora de mirar el mediano plazo, soy pesimista. El modelo está agotado”.
El 2 de mayo de 2010, ya avanzado el año, José Luis Bour, director de FIEL, señaló a Perfil que “el boom de consumo de los bienes durables tiene corta vida. En el segundo semestre probablemente haya menos expansión por parte de los durables y ya la inflación estará mordiendo en todos los sectores. Esto se cae. Terminaremos creciendo un 5 por ciento, con suerte”.
En su edición del domingo 15 de noviembre de 2009, Perfil reflejó la preocupación de Orlando Ferreres por la economía 2010. “Uno de los temas estructurales que dificultarán crecer más del 3 por ciento en 2010 –como lo hará casi toda la región, con Brasil al frente– es la escasísima inversión agregada. Por otra parte, las políticas equivocadas del Gobierno han llevado al país a un gravísimo problema energético. No hay electricidad para producir más.”
La realidad es que en 2003, con la llegada de Néstor Kirchner al poder, el país tenía una capacidad de generación de 14 millones de megawatts y utilizaba 12 millones. En la actualidad, luego de crecer casi un 80 por ciento en siete años, necesita 20 millones de megawats y produce 27 millones.
“Dejamos las tasas chinas de crecimiento para siempre” afirmó Carlos Rodríguez, del CEMA, a Ambito Financiero el 24 de noviembre de 2009.
“Hasta después de las elecciones de 2011 no va a haber inversión en el país para motorizar el crecimiento. No vamos a una crisis, vamos a un parate de la actividad hasta que cambiemos por otro gobierno.” Sin disimulos, Rodríguez ponía como condición para crecer que se vayan los Kirchner.
“A medida que nos acerquemos a mediados de 2010, obviamente, la situación de inversión, de inflación, del financiamiento del déficit fiscal, de las distorsiones microeconómicas que subsidios y compensaciones han generado, van a ir produciendo expectativas de riesgo de crisis macroeconómica”, le anticipó a Clarín Miguel Angel Broda el 6 de diciembre de 2009. Como cuando pronosticó un dólar a 20 pesos en 2002, Broda va más allá de sus colegas y anticipa catástrofes. También suele opinar de política. “Una vez que el ‘gran macroeconomista’ (por Néstor Kirchner) vea que no hay posibilidades de que él o una parte de su dinastía puedan ser reelectos, preferirá dejar ‘tierra arrasada’ para intentar volver en 2015.”
“El año próximo veremos una desocupación del 11,1 por ciento y subiendo".
(...) la inversión sólo rebotará un 2,0 por ciento y caeremos en un déficit fiscal del 2,5 por ciento. Con ayuda del exterior, podemos crecer un 3,5 por ciento.”
Mario Brodersohn, por su parte, aseguró en ese mismo artículo que “el Gobierno no tiene un planteo para resolver la crisis agropecuaria ni la crisis energética o cómo resolver el problema fiscal. Y eso va a afectar el clima de expectativas. La Argentina cayó más en la crisis y en el rebote va a crecer menos. Veo un techo de crecimiento del 4 por ciento, con suba del desempleo al 11 por ciento y un déficit fiscal del 1 por ciento”.
El ex viceministro de Economía de Eduardo Duhalde, Jorge Todesca, auguró un crecimiento del 2 por ciento para todo el 2010. En una nota que brindó el 14 de noviembre del año pasado a La Nación, Todesca señaló que “si el repunte fuera mayor, cosa que no creo, también habría más inflación y además queda por concretar todavía un fuerte ajuste de precios en servicios públicos, y en menor medida en el segmento privado. Otro ingrediente es la falta de inversión”.
El año termina con una inversión record, que representa el 23,4 por ciento del PBI.
Rodrigo Alvarez, de Ecolatina, la consultora fundada por Roberto Lavagna, explicó el 8 de diciembre a Ambito Financiero que “los subsidios continúan siendo una pesada carga para las debilitadas cuentas fiscales y luego del fallido aumento de tarifas a mediados de este año, se esperan nuevas subas para 2010. Además de la electricidad y el gas, no descartamos futuros incrementos en el transporte público de pasajeros. La Economía ya no volverá a crecer más del 3 o 4 por ciento anual y el déficit fiscal será un problema serio”.
Eduardo Fracchia. Director del Area de Economía del IAE
“Las expectativas para el 2010 son de crecimiento de 3,6 %. La inflación estará en un nivel de 16 %. En lo que se refiere al dólar, se espera que siga calmo; por lo tanto caerá el tipo real de cambio. El dólar pasará de $ 4 a $ 4,4 aproximadamente a fines de año, con una devaluación menor a la inflación.
Miguel Angel Broda (Estudio Broda y Asociados).
“No me animo a hablar del 2011 por el conjunto de problemas políticos y económicos que se están acumulando. Nuestros números dan que en el 2010 necesitamos colocar entre US$ 3.000 millones y 4.000 millones, agotando los fondos de la ANSeS y lo que el Programa Monetario permite de expansión monetaria del Banco Central a la Tesorería”.
A medida que vaya pasando el tiempo, la miopía fiscal de prestarle a la Argentina va a ir desapareciendo. En el primer semestre hay una oportunidad que tenemos que aprovechar. No estoy diciendo que Argentina no tenga acceso si negocia con los holdouts a una tasa de 10%. Pero no estoy seguro de que el mercado internacional esté abierto durante todo el 2010 para la Argentina, dado el deterioro fiscal. Tengo dudas sobre la herencia que deja este gobierno.
-¿Descarta una nueva caída internacional, más aún después de que pasó en Dubai?
-No se puede descartar nada. La verdadera tasa de desempleo en EE. UU. está arriba del 17% y la caída de la popularidad de Obama, no voy a decir que es parecida a la caída de Cristina porque es la presidente latinoamericana con menor imagen positiva, pero es muy dura.
Mario Brodersohn (Econométrica SA).
No me preocupa el 2010 pero sí la herencia que deja este gobierno. (…) hay una situación fiscal muy grave para 2011, hay más inflación. Hay un conjunto de desafíos que van a ir acumulándose. Las expectativas de la población no son positivas y eso va a ser más explícito a medida que nos acerquemos a las elecciones”.
-¿Pero si la economía crece en 2010 y la gente tiene más dinero en el bolsillo, no se revierte ese escenario?, preguntó iEco.
-“No. El Gobierno no tiene un planteo para resolver la crisis agropecuaria ni la crisis energética o cómo resolver el problema fiscal. Y eso va a afectar el clima de expectativas. Además, la tesis del gobierno argentino es que la crisis internacional afectó menos a la Argentina. (…) Gobiernos que se consideran progresistas o socialdemócratas, como Lula, Tabaré Vázquez o Michelle Bachelet, tienen una imagen positiva del 70% al 80%. En cambio, la imagen positiva de Cristina es menos del 20%. (…) Se dice que el Gobierno se quiere apropiar del efectivo mínimo que las entidades deben depositar en el BCRA y que a eso apunta la reforma financiera. (…) Todo esto, a pesar de que el contexto internacional es bueno. La reciente experiencia de Dubai muestra que el sistema financiero reaccionó rápido y es capaz de enfrentar nuevos cimbronazos parecidos.
"El año próximo veremos una desocupación del 11,1% y subiendo, la inversión sólo rebotará un 2% y caeremos en un déficit del 2,5%. Con ayuda del exterior podemos crecer un 3,5%"
Miguel Ángel Broda. Clarín 6 de diciembre, 2009
“Uno de los temas estructurales que dificultarán crecer más del tres por ciento en 2010 -como lo hará casi toda la región, con Brasil al frente- es la escasísima inversión agregada”.
Orlando Ferreres:. Diario Perfil, 15 de noviembre de 2009.
Finalmente, el PBI de Argentina en 2010 creció 9%; el estado tuvo un superávit fiscal del 3%, y el desempleo bajó al 7,8%.
Démosles otra oportunidad a estos "expertos", esta vez con los pronósticos para 2011
En diciembre, las consultoras de la city divulgan sus proyecciones macroeconómicas para el año siguiente. Adelantan los resultados de algunas variables clave de la economía: crecimiento, inversión, inflación, cuentas fiscales, intercambio comercial, la cuenta corriente del balance de pagos. Estas predicciones ofertadas por múltiples economistas fueron imprecisas en los últimos ocho años.
1 Crecimiento
“En el 2011, la economía continuaría creciendo aunque más lentamente. Esperamos que crezca un 3 por ciento. Ya no se tendrá un ‘efecto rebote’ como el que se dio en 2010 tras la recesión de 2009. Adicionalmente, ciertos cuellos de botella en el sector energético e industrial y el fenómeno de la Niña podrían limitar la expansión.”
De esta manera, en una nota publicada el 13 de enero en El Cronista quedó registrada la proyección de la consultora de Orlando Ferreres.
En su informe del 15 de febrero de este año, la consultora de Miguel Bein adelantó que “la economía crecería 6,5 por ciento en 2011 por debajo del 9 por ciento de 2010, dado que la contribución que el año pasado tuvo la agricultura por la súper cosecha ascendió a 2,5 puntos porcentuales y no va a estar presente este año”.
Jorge Todesca, titular de Finsoport, mencionó en La Prensa el 15 de diciembre de 2010 para este año “una tasa de crecimiento del 5 por ciento. La economía seguirá creciendo, aunque a una tasa menor”.
(A pesar de estos pronósticos, la realidad se empecinó en contrariarlos y el crecimiento de la actividad al cierre del 2011 se ubicó cerca del 9 por ciento.)
2 Inversión
Exante, la consultora del economista Aldo Abram, pronosticó que la inversión en 2011 tendría una tasa de variación del 3,7 por ciento. En promedio, las consultoras Abeceb, de Dante Sica, y Ecolatina proyectaron una expansión del 6,0 por ciento para la inversión de 2011. En todos los casos estas proyecciones fueron elaboradas en diciembre del año pasado.
En Clarín, el 26 de diciembre de 2010, Abel Viglione, de FIEL, escribió que “este año empezamos a enfrentar un problema que se repetirá en el 2011: la falta de inversión en ampliación de la capacidad instalada. Ello condicionará la tasa de crecimiento futura”.
“Hay un problema de institucionalidad. Los empresarios sienten que no hay certidumbre y no invierten”, resaltó el presidente del Banco Ciudad, Federico Sturzenegger, en una nota de Ambito Financiero sobre perspectivas para 2011, el 3 de diciembre del año pasado.
La inversión pública y privada cerraría 2011 expandiéndose a tasas del 23 por ciento del Producto.
3 Inflación
“Creemos que en el escenario base, la inflación va a ser superior a la de este año, entre 27 y 30 por ciento, si hay moderación en el tratamiento monetario y fiscal. Y puede ser más, si no la hay.” Estas fueron las palabras del economista Miguel Angel Broda, en Clarín, el 12 de diciembre de 2010.
Daniel Artana, economista de FIEL, afirmó en El Cronista a principios de este año que no hay política antiinflacionaria seria en la argentina, y el costo de vida podría trepar al 29 por ciento en 2011 por el año electoral y la expansión monetaria propuesta por el Gobierno.
“Sería milagroso que la inflación baje del 35 por ciento”, afirmó Alfonso Prat Gay a La Nación, el 7 de enero de 2011. En ese mismo artículo, Martín Redrado pronosticó que el aumento de precios iba a ser del 30 por ciento.
No hubo profecía autocumplida. La mayoría de los economistas, oficialistas u opositores, coincide en que la inflación al cierre de 2011 no se aceleró respecto de 2010 o, inclusive, disminuyó levemente.
Déficit o Superávit Comercial.
La consultora Econométrica, del economista Mario Brodersohn, afirmó en su informe de febrero: “La pérdida del ‘colchón cambiario’ conduce a cerrar el 2011 con un déficit de 1500 millones de la cuenta corriente del balance de pagos”.
Ricardo Delgado, de Analytica, le dijo a La Nación en diciembre del año pasado que “en 2011 las importaciones volverán a crecer muy por encima de las exportaciones, y la cuenta corriente seguirá la tendencia hacia el cero”.
Mientras tanto, José Luis Espert le mostró su preocupación a La Nación en febrero de este año, donde escribió: “Nuestra balanza comercial en 2011 podría caer a la mitad (6000 millones de dólares)”.
Para Broda, en 2011 se frenará el efecto de expansión económica por consumo.
El analista económico pronosticó que esta año la economía crecería 8,5%, pero el año que viene tendrá una fuerte desaceleración.
“La Argentina será el país de América latina que más crecerá este año.” (...) Sin embargo, en 2011 la expansión económica local sufriría una fuerte desaceleración. Pasaría de crecer a un ritmo superior al 8% a hacerlo tan sólo al 4,3 por ciento.
“Actualmente, hay un boom de consumo, producto de una política que estimula el desahorro. Pero en 2011 la economía local crecerá menos porque operará el límite al endeudamiento en las tarjetas de crédito y habrá problemas de oferta. De todos modos, crecer al 5% con una inflación de 30% todavía es favorable”, sostuvo, en un diálogo con la prensa.
La cuenta corriente finalizaría 2011 con un superávit de 1000 millones de dólares. El saldo de balanza comercial, por su parte, sería de unos 11.000 millones de dólares. El dólar cerró a $4,31. Y el PBI creció un 8%.
Entonces, veamos los resultados de los pronósticos de estos gurúes fallidos para 2011 en una tabla:
Y, por último, analicemos los pronósticos para 2012
Los bancos apuestan a una fuerte devaluación tras las elecciones de 2011.
A través de sus informes, varias entidades bancarias neoyorkinas creen que es insostenible en el tiempo la apreciación real de la moneda local.
Calculan ahora una tasa de inflación del 30% para el año próximo que seguirá erosionando la competitividad cambiaria para la exportación. Algunos incluso vaticinan un dólar a $ 5,50 para fines del 2012
En general, consideran que el año próximo, antes de las elecciones, será difícil ver movimientos bruscos del tipo de cambio, pero después de octubre, será otra historia.
Según publica El Cronista, varios bancos de Wall Street ya hablan de esto en sus pronósticos sobre la Argentina 2011. Por lo bajo algunos, en voz más alta otros.
Javier Kulesz, de UBS, dice que hay riesgos de una devaluación del peso a fines del 2011.
La idea del banco suizo es que el Gobierno, por razones electorales, mantendrá el tipo de cambio anclado, consigna el matutino. Pero "después de las elecciones, los incentivos políticos de mantener el tipo de cambio no estarán allí. Por eso, las expectativas a una devaluación podrían incrementarse exponencialmente", advierte Kulesz.
La perspectiva de mayor devaluación, acota UBS, se verá primero en el dólar informal antes que en el oficial. UBS prevé un dólar a fines del 2011 en $4,25 (estable) pero una importante disparada para el 2012, señala El Cronista este martes. Para el cierre de ese año, el tipo de cambio llegaría a 5,50 pesos.
Para Goldman Sachs, "antes de las elecciones, las autoridades permitirán que el tipo de cambio se deprecie pero en una tasa significativamente menor que la inflación (devaluación del 8-10% en 2011)".
De la mesa de saldos olvidados, se rescatan entonces los pronósticos sobre la soja.
Entre agosto y diciembre del año pasado, cuando su precio oscilaba entre los 400 y los 500 U$S, estos sapientes economistas decían:
Ricardo Arriazu divisaba una tendencia a la baja para el 2012.
Carlos Melconian (¿les suena):... la corrección de los desequilibrios globales impactará negativamente sobre los commodities. (En otra oportunidad estimó que) la caída de la soja es apenas una de las manifestaciones de la crisis mundial en curso.
Miguel Ángel Broda (Otro que suena): ... “ingresarían 3500 millones de dólares menos que en 2011 por la caída de los precios” de los commodities agrarios si el mundo se complica.
Nadín Argañaraz (director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal): (afirmaba que) existía una alta probabilidad de tener precios internacionales más bajos para los commodities que exporta la Argentina y que ambos fenómenos afectarían las exportaciones y por esa vía el ingreso de dólares comerciales.
Juan Luis Bour (FIEL) ...preveía para 2012 un precio promedio de la soja de 400 dólares por tonelada, es decir, un nivel similar al promedio de 2010 (405 dólares) pero inferior al de 2011 (500 dólares). (Aseguraba entonces que) la pérdida de ingresos de exportación para 2012 sería de unos 4000 millones de dólares y el fisco dejaría de recaudar unos 1200 millones.
Consultora Ecolatina (del ex ministro Roberto Lavagna): ...los riesgos de la economía 2012 se encontraban en la caída del precio de la soja, la depreciación del real, el estancamiento mundial y los desequilibrios acumulados.
Nicolás Bridger: “creemos que el precio promedio de los granos caerá 10 por ciento” y, por ese motivo, bajarán las exportaciones.
Miguel Kiguel: ...por la caída del precio de la soja y depreciación del real, Argentina va a tener que duplicar la tasa de devaluación. Su consultora, Econviews estimó un retroceso en los precios internacionales en torno de 15 por ciento en promedio y en los volúmenes totales de cosecha, 5 por ciento promedio, lo que representaría una merma de las exportaciones agrícolas de casi 6000 millones de dólares anuales respecto a 2011.
Martín Lousteau (economista fashion de la consultora LCG): ...las exportaciones del complejo sojero caerán en 1000 millones de dólares en 2012 como consecuencia de que el precio de la soja se mantendrá cerca de los 430 dólares la tonelada.
...la Argentina tendrá una producción mayor con peores precios, (lo opuesto de lo que sucedió).
Mario Brodersohn (consultora Econométrica): ...las perspectivas de 2012 no eran alentadoras por la caída del precio de la soja, depreciación del real, estancamiento mundial y desequilibrios acumulados.
Javier González Fraga: ...que la actual fase de la crisis generaba un menor precio de la soja, y que eso tendrá un costo fiscal que impactará en el nivel de reservas.
Martín Redrado: ...la cotización de la soja perderá entre un 10 y un 15 por ciento.
Alfonso Prat Gay (otro economista fashion, de Elisa Carrió): cuando se discutía el presupuesto 2012 en el Congreso sostenía que el precio de la soja entraba en una peligrosa curva descendiente al cuestionar el precio promedio de 484 dólares definido por el Gobierno.
FIEL pronosticó un ajuste para 2012.
Sus economistas dijeron que el deterioro de los superávits fiscal y comercial obligará a hacer correcciones en la política económica.
Ese fue el mensaje central que dejaron ayer aquí Daniel Artana, Juan Luis Bour y Santiago Urbiztondo, economistas de FIEL, durante una presentación en el Consejo de las Américas, ante unos 40 ejecutivos de bancos y fondos de inversión de Wall Street, firmas de abogados y organismos. La inflación se acelerará en el segundo semestre a medida que el Gobierno pise el acelerador fiscal de cara a los comicios.
"El año del ajuste es 2012, gane quien gane la elección", vaticinó Artana, luego de una exposición en inglés en la que mostró el deterioro que sufrieron en los últimos años los dos pilares del modelo: el superávit fiscal y el del comercio exterior.
Y ahora la excepción que confirma la regla:
En el Congreso de AEDA, realizado en la Facultad de Ciencias Económicas, Miguel Bein descartó la posibilidad de que el precio de la soja descienda como consecuencia de una reducción en la tasa de crecimiento de China, y comentó en forma irónica que “en los modelos de crecimiento para el año que viene casi ningún economista tiene incorporado que el precio de la soja suba”. Y para terminar, dice Zaiat:
Las cotizaciones de las materias primas son volátiles porque están influidas por varios factores, muchos de ellos imprevistos. Además, los commodities quedaron en la mira de fondos financieros especulativos. Es un riesgo hacer pronósticos sobre la evolución de esos precios. De acuerdo al resultado que surge de la investigación sobre las estimaciones de cuánto iba a valer la soja realizadas por los hombres de negocios dedicados a la información económica, es todavía más riesgoso creerlas.
Por las dudas, periodistas y productores de los medios, para la próxima cambien de consultores. No sea cosa que vuelvan a hacer papelones con sus pronósticos.
Como vemos, la tarea de pronosticar la evolución de la economía nacional para el año siguiente es una tarea con el fracaso tan asegurado como asegurada está la convocatoria para repetir el anuncio al año siguiente. Y es por eso que vemos año a año esa corte de conocidos pronosticadores seriales de un desastre que no se cumple nunca... Pero si esto le ha sorprendido, amigo lector, la audacia de los pronosticadores-gurúes de la economía que siguen superará cualquier récord. Si predecir cómo se comportará la economía a un año vista es osado, ¿cómo llamaremos hacerlo a 10 años vista? Bueno, veamos ahora un resúmen de lo que anunciaban las consultoras-gurúes CEMA, FIEL y IERAL en el año 2000 que ocurriría este año (sí, este 2012...):
SECRETARIA PARA LA TECNOLOGIA, LA CIENCIA Y LA INNOVACION PRODUCTIVA
DIRECCION NACIONAL DE PLANIFICACION Y EVALUACION.
Lic. Ricardo Aronskind . Octubre de 2000.
Análisis comparativo de proyecciones macroeconómicas y sectoriales. Argentina 2000-2012
(Veamos) las previsiones macroeconómicas y sectoriales para el período 2000-2012 realizadas por (...) instituciones académicas: el Centro de Estudios Macroeconómcos (CEMA), la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), (...) y el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea.
(...)
2. Proyecciones macroeeconómicas .
En el ámbito internacional los (...) trabajos consultados presentan las siguientes coincidencias:
· No prevén ninguna situación traumática en el mercado financiero mundial, ni en las tendencias a una mayor integración de los mercados de bienes y servicios, a través de la reducción de barreras arancelarias.
En cuanto al escenario local las principales coincidencias son:
a) Políticas públicas:
· El tipo de cambio nominal se mantiene fijo hasta 2012.
· Tendencia hacia la reducción absoluta del gasto público, o relativa en términos de PBI.
· Tendencia hacia el equilibrio fiscal o minimización del déficit.
· La economía tenderá a crecer más lentamente que en la década del ’90, oscilando las estimaciones para el escenario medio entre 2,4 y 4,1% anuales.
c) Indicadores sociales:
· Mantenimiento o leve disminución del salario real en el período.
· Paulatina caída del desempleo, aproximándose al 10% hacia el final del período.
d) Sector externo:
· Tasa de aumento mayor en el monto de las exportaciones que de las importaciones.
· Cuenta corriente del balance de pagos: su saldo será negativo durante todo el período, mostrando una tendencia a reducirse parcialmente al 2012.
· Deuda externa/exportaciones: FIEL (...) en una reducción tendencial hasta arribar a 2,4 veces en 2012.
2.2. Las discrepancias.
En primer lugar se detallan las diferencias encontradas en la definición de criterios para definir escenarios
El CEMA basa su distinción entre los tres escenarios según continúen las reformas internas: aumento de la productividad del gasto público, caída en la evasión, flexibilización laboral total, superávit público, endeudamiento externo controlado. Si se cumplen, se define el escenario alto. Si lo hacen parcialmente, el escenario medio. Si no se concretan dichas reformas, se concreta el escenario bajo.
FIEL diferencia los escenarios según el contexto internacional: en el escenario alto, se incrementará la financiación externa, caerá el riesgo país, y se podrá realizar una política fiscal más expansiva. En el escenario bajo, la tasa de interés internacional se presenta más elevada, caen los precios de exportación, aumenta el riesgo país y se requiere una mayor reducción del gasto público.
Para diferenciar el medio, sostiene que Argentina no logra arribar en el período al investment grade, las reformas fiscales son parciales, se logra poca flexibilidad laboral, y se incrementa poco la productividad. En el escenario bajo, no se implementan nuevas reformas estructurales, lo que incrementa los problemas de competitividad internacional; hay bajo crecimiento en un contexto internacional inestable.
En cuanto al escenario local, vale la pena presentar los elementos destacados de algunos de los trabajos:
· Volumen de las exportaciones de bienes: FIEL estima un valor para el 2012 de 148.000 millones, y IERAL: 73.000 millones.
· Vulnerabilidad externa: FIEL discrepan en cuanto al peso de los servicios de deuda externa sobre las exportaciones. FIEL lo calcula para el 2012 en un 17%.
Fabricación de productos metálicos, maquinarias y equipos (hacia 2012):
CEMA
Tendrá bajo crecimiento. El sector automotor crecerá en forma similar al PBI, habrá menor crecimiento en el sector autopartista, y superior en remolques. La fabricación de equipo de transporte (buques, ferrocarriles) será más dinámica que el crecimiento del PBI total.
FIEL
Es el sector manufacturero que más crecerá: 8,8%.
IERAL
El sector automotriz será motivo de negociación permanente con Brasil. Se espera bajo consumo interno. Maquinarias y equipos: crecerá 2,6%, mostrando escaso crecimiento, por presencia creciente de las importaciones.
4. Conclusiones
El panorama que surge de los escenarios analizados no prevé un crecimiento armónico del conjunto de la economía, sino que diferencia significativamente entre actividades vinculadas a los servicios y el comercio exterior, de aquellas orientadas a la producción de bienes agropecuarios e industriales.
La tendencia se expresa en todos los estudios: las actividades de servicios tienen una creciente importancia en el PBI.
· En el sector productor de bienes, los combustibles, la minería y la construcción aparecen con mayores posibilidades de crecimiento.
· El sector agropecuario no registrará un crecimiento acelerado dada la incertidumbre respecto a los precios internacionales.
La construcción residencial tendrá un crecimiento más modesto, en línea con la baja evolución de los ingresos de la población.
No es descabellado afirmar que estas predicciones a diez años vista pudieron ser hechas por cualquier neófito en la materia, y hubiesen resultado tan erradas como las de estos renombrados "expertos"... Por supuesto no es atinado elaborar conclusiones con el diario del día lunes, pero mucho menos lo es vaticinar comportamientos de una economía con una proyección de diez años, como lo hemos comprobado. Ni siquiera con una proyección de un año, como también lo hemos visto. Como suele acota el economista y periodista Alfredo Zaiat, en la facultad de economía no se enseña a pronosticar, pero este humilde Basurero se atreve a acotar que muchos economistas sí aprendieron a presionar, hacer lobby o desinformar masivamente, ya sea por intereses concretos o ideológicos...
Pero, entonces, este humilde Basurero se pregunta: ¿Por qué, a pesar de las predicciones fallidas, muchos economistas no pieden prestigio y siguen siendo invitados a programas de televisión o escribiendo columnas en los grandes medios? Y nuevamente Alfredo Zaiat viene en nuestra ayuda:
Es un gran misterio. Deberían responderlo quienes todavía los siguen convocando. En realidad lo que sucede es que en última instancia no importa si aciertan o no en sus pronósticos, sino que en este momento son parte de un dispositivo de difusión de ideas o de presión de grupos del poder económico. Para traducirlo: lobbystas del establishment.
Economistas del establishment enojados con el actual rumbo político-económico han intentado, y lo siguen haciendo, establecer escenarios futuros inquietantes. A medida que sus pronósticos no se cumplen van corriendo el horizonte de sus predicciones. Así lo hacen una y otra vez en un penoso espectáculo que no queda expuesto en ridículo solamente por la impunidad del poder. Frente a tantos fallidos, ahora dicen que las peleas por Papel Prensa y Fibertel ensombrecerán el segundo semestre del año, que el 2011 será mediocre y que la situación empeorará en 2012 por el imprescindible ajuste que promueven. Esa evaluación tiene la misma rigurosidad de pasadas estimaciones, que colisionaron contra fríos números de la realidad. Ese desparpajo analítico requiere un necesario regreso a las fuentes y a uno de los economistas más brillantes el siglo XX, John Kenneth Galbraith. En su última obra, La economía del fraude inocente, su legado teórico e intelectual de 120 páginas, afirma que “en el mundo de la economía y, especialmente, en el de las finanzas, la predicción de lo desconocido e incognoscible constituye una labor muy estimada y, con frecuencia, bien recompensada. Además puede ser la base de una carrera lucrativa. Es de aquí de donde proceden las opiniones supuestamente bien informadas sobre las perspectivas de la economía en general y de las empresas en particular. Los hombres y mujeres que se dedican a esta actividad creen poseer el conocimiento de lo desconocido, y quienes los escuchan confían en que es así. La idea es que tal conocimiento es el resultado de la investigación. Sin embargo, como lo que sus clientes quieren oír es una predicción de la que puedan aprovecharse y obtener algún rendimiento, la esperanza y la necesidad ocultan el hecho de que tal predicción es imposible”. Galbraith explica las razones de la supervivencia de esos gurúes pese a las equivocaciones. “El error compartido goza además de una buena protección. Ya no se trata de una cuestión personal. El mundo financiero sostiene a una comunidad grande, activa y bien remunerada, fundada en una ignorancia ineludible pero aparentemente sofisticada.” Para agregar que “es importante insistir en este punto: dada la influencia impredecible pero inevitable de la economía en su conjunto, es claro que quienes pretenden describir el futuro desempeño financiero de una industria o empresa no lo conocen en realidad; trátese de empleados o de analistas independientes, no saben de qué están hablando y, por lo general, no saben que no saben”.
Apelemos ahora a otro economista, consultor y docente universitario de la UBA, Matías Tombolini, quien en diálogo con el periodista Gustavo Sylvestre, se preguntó este 25 de julio: “¿Alguien se acuerda cuánto valía la soja cuando estalló el conflicto del campo? Eran 420 dólares”… “y ahora con una baja importante que ha tenido estos últimos días, pero sigue con precios por encima de los 580 dólares”.
Respecto de las fallidas predicciones lanzadas a fin de año por Martín Redrado, acerca de que bajaría fuertemente el precio de la soja en el mundo, Tombolini señaló que “el problema con algunos economistas es que no terminan de aclarar los intereses para los cuales están operando. No digo que estos sean espurios, porque para decirlo en lenguaje popular es pura ´sarasa´”.
Este Gobierno no ha tomado una sola medida de shock económico en casi 10 años, y cuando termine Cristina será el período de Gobierno más prolongado, más que Rosas, Roca y Perón inclusive, de administración de un proyecto político del país”, agregó.
“Hablaron de la maxidevaluación, de que se viene el ´Rodrigazo´. Insisto, vamos a los datos. El nivel de reservas de la Argentina es de 47.000 millones de dólares, tenemos superávit comercial, exportamos más de lo que exportamos. Exportamos mucho más de 30 veces respecto de esa época donde Celestino Rodrigo tomó esa nefasta medida. Los fundamentos de la economía son mucho mejores, el campo se descubrió que puede ser más productivo, no hay motivos para que el Gobierno deba tomar una maxidevaluación”, destacó sobre los expectativas futuras del desenvolvimiento de nuestro mercado.
Y, finalmente, disfrutemos de la "frutilla del postre" de estos erradores consuetudinarios de pronósticos. Ante semejante archivo de "errores" en sus pronósticos es lícito preguntarse ¿qué decían en el 2001 estos "notables" economistas profetas del Apocalipsis que nunca ocurrió? Bueno, estos "respetables" y "serios" economistas del establishment y de los medios hegemónicos de nuestro país, en los meses previos a la más grande crisis económica argentina, seguida por el mayor default mundial de deuda externa, pronosticaban lo siguiente:
Pronósticos para el 2001/2002.
"El riesgo de default fue eliminado con el blindaje financiero. Definitivamente pasó el peligro."
Martín Redrado. BAE 19 de febrero 2001
“Con el megacanje se obtiene tiempo para solucionar los problemas fiscales de corto y mediano plazo. Entendemos que el riesgo país descenderá alrededor de 800 puntos básicos y la economía resurgirá”.
Orlando Ferreres, BAE. El 4 de junio de 2001
"Todo está para un boom. Están dadas las condiciones para esperar una fuerte recuperación. Hay una autorrepresión de consumo nunca vista, que pronto acabará."
Carlos Melconián. Ámbito Financiero, 12 de enero 2001.
"A partir del blindaje se esperan efectos tonificantes, que se reflejarán en una baja del riesgo país. A partir de allí se revertirá gradualmente el flujo de capitales del exterior y comenzarán a crecer a buen ritmo los depósitos. En el cuarto trimestre el PBI se incrementará en un 6,5%."
Miguel Ángel Broda BAE 2 de enero 2001
“Los depósitos están seguros. Invito a la gente a poner otra vez la plata en los bancos”.
Domingo Cavallo, Clarín, 23 de agosto de 2001.
"Será el mejor de los últimos 4 ó 5 años. Creo que hay elementos para ser más optimistas que en los últimos 4 ó 5 años, porque hay un mejor diagnóstico de los problemas de la economí argentina."
Javier González Fraga. BAE 11 de junio 2001.
Pero poco después de la debacle que ellos no anunciaron (todo lo contrario), los mismos se atrevieron a pronosticar otros desastres que, por supuesto, tampoco ocurrieron… Veamos:
"El mejor escenario esperable es que a fin de año el dólar cueste 5 pesos y la inflación supere el 175%, el peor es un dólar a 20 pesos y una hiperinflación de 1100%"
Miguel Ángel Broda. La Nación 23 de abril 2002.
“Con un dólar a 3,60 pesos la inflación va a superar largamente el doscientos por ciento”.
Orlando Ferreres, Clarín, 26 junio 2002
"Sólo quedará uno de cada tres bancos."
Ricardo López Murphy. Página 12 7 de abril 2002
"Van a cerrar muchos bancos: vamos hacia un sistema regional con una fuerte consolidación de bancos grandes. Muchas entidades ya no gozan de la confianza del público y deberán cerrar."
Javier González Fraga. Infobae, 4 de junio 2002
Ante este claro panorama de gurúes fallidos y pronosticadores seriales de desastres que nunca ocurren, este humilde Basurero se atreve a preguntarle, amigo lector, ¿qué haría usted si un médico le receta una droga para su enfermedad y resulta que la misma lo empeora en vez de mejorarlo? ¿Y si eso sucede dos veces, volvería a consultar al mismo médico? Bueno, como vimos, desde hace años que los medios hegemónicos vienen consultando a esos mismos médicos fracasados, año a año. Pero por suerte, este paciente que es la Argentina no sólo ya no los escucha sino que gracias a que eligió otros profesionales está mucho mejor que antes. Porque, como la economía no es una ciencia dura pero al fin y al cabo sigue siendo una ciencia social, quizás valga la pena recordar los dichos del físico danés Niels Bohr, Premio Nobel:
“Predecir es difícil, especialmente el futuro”...
¿O será que el motivo real de estos "economistas" o "gurúes" no es asesorar a los lectores, oyentes o televidentes sino desorientarlos, asesorarlos mal para hacer lobby o presionar a favor de una política económica determinada…?
Pero este humilde servidor público también postula, analizando lo recopilado más arriba, la siguiente teoría basurera de los pronósticos económicos:
Dados los resultados errados abrumadoramente habituales de estos economistas ortodoxos, es estadisticamente acertado afirmar que los mismos gurúes (o institutos y fundaciones mencionadas al comienzo de la nota) son los pronosticadores económicos más confiables, porque es casi seguro que erren en sus predicciones. Esta certeza casi absoluta nos brinda fácticamente la seguridad de que si invertimos sus predicciones, si esperamos lo contrario, lo opuesto, estaremos mucho más cerca de la realidad futura de la economía nacional que si apelamos a otro tipo de estimaciones económicas...
No sé, me parece... ¿no?
Por eso, repetimos finalmente la lista de los beneficiados por esta pretenciosa "teoría".
Aquí están, estos son los gurúes o pronosticadores económicos más confiables…:
Los economistas Miguel Angel Broda, Carlos Melconian, Orlando Ferreres, José Luis Bour, Carlos Rodríguez, Mario Brodersohn, Jorge Todesca, Rodrigo Alvarez, Aldo Abram, Eduardo Fracchia, Abel Viglione, Dante Sica, Daniel Artana, Alfonso Prat Gay, Martín Redrado, Ricardo Delgado, José Luis Espert, Ricardo Arriazu, Nadín Argañaraz, Nicolás Bridger, Martín Lousteau, Javier González Fraga, Santiago Urbiztondo, Ricardo López Murphy; y los institutos, sociedades o fundaciones: Econométrica SA, Ecolatina, IAE, Finsoport, Exante, Abeceb, Ecolatina, FIEL, Analytica, Goldman Sachs, Instituto Argentino de Análisis Fiscal, IERAL, Centro de Estudios Macroeconómcos (CEMA), Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) y el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea.
Para finalizar, nada mejor que este pertinente toque de humor español:
Fuentes utilizadas para esta nota:
Los Profetas del Apocalipsis que no ocurrió... (Más basura de economistas.)
3,83
Argentina 2010: Profecias que fracasaron
Falsos profetas
Otra vez...
Para Broda, en 2011 se frenará el efecto de expansión económica por consumo
Los bancos apuestan a una fuerte devaluación tras las elecciones de 2011.
Chantócratas.
FIEL pronosticó un ajuste para 2012.
Análisis comparativo de proyecciones macroeconómicas y sectoriales. Argentina 2000-2012
Zaiat: "Es importante que la sociedad pueda debatir la economía"
Fraude inocente
Verdades y mentiras de la realidad económica analizadas por un jóven economista.