Todos los cacerolazos no son iguales. La sociedad argentina cambió desde el 2001 porque el país cambió. Y los cacerolazos también. Pero ¿qué es un cacerolazo?
Veamos:
Cacerolazo —también conocido como cacerolada, caceroleada o caceroleo— es una forma de manifestación, autoconvocada espontáneamente por un grupo de personas o ciudadanos, o bien respondiendo al llamamiento de una fuerza política u otra organización, generalmente en contra de un gobierno o de determinadas decisiones o políticas gubernamentales, y más raramente en pro de una causa. Su característica más destacada, y que la distingue de otros tipos de protesta, radica en que los manifestantes manifiestan su descontento mediante ruido acompasado, a una hora acordada de antemano (o en otros casos en forma espontánea), desde sus propias casas y sin necesidad de concentrarse en un lugar determinado, asomándose a ventanas y balcones o en los antejardines de las casas, y blandiendo rítmicamente los objetos que tienen a mano (comúnmente, cacerolas, ollas y otros utensilios domésticos; de ahí su nombre), pudiendo de esta manera alcanzar la protesta un alto grado de adhesión y participación.
Comparemos ahora dos cacerolazos argentinos separados por poco más de diez años, y que luego cada uno saque sus conclusiones.
.......................................................................................................................
Cacerolazo modelo 2001.
Más allá de la elocuencia de las imágenes, este humilde servidor público cree que hay una diferencia abismal entre pedir "que nos devuelvan nuestros ahorros", que "cese el estado de sitio" y "que se vayan todos" los polìticos y pedir "que nos dejen ahorrar en moneda extranjera" y protestar contra un gobierno. Evidentemente, hemos mejorado.
Una actualización sobre este tema en Piqueteros 2.0 (ex caceroleros) en busca de un conductor.