En sintonía con el postulado de este blog de transitar los medios recogiendo la cacona que muchos "expertos", algunos aventurados y demasiados vivos van dejando a su paso para que todos consumamos, este humilde servidor de la sanidad informativa ha creado el premio Manochanta de Oro del Año, el que será otorgado a la personalidad (político, periodista o experto en una determinada disciplina) que se destaque por su temeridad, bizarría o desfachatez a la hora de lanzar afirmaciones tan grandilocuentes, osadamente expresadas y contundentes como desacertadas. Se premiará, en definitiva, el hecho de que la distancia entre el candidato y un verdadero experto o estudioso del tema, noticia u opinión, sea la misma que la que separa a un médico recibido y un “manosanta” (o, mejor dicho, manochanta). Por supuesto, la validez de la postulación se comprueba ex post facto: con el diario del día después, o del mes o del año posterior, de acuerdo con el tipo de afirmación de que se trate. Y como de eso se trata nuestra tarea, ya que la basura es lo último que queda, es por eso que anunciamos aquí (al igual que en 2010 y 2011) el premio Manochanta de Oro 2012.
Y el ganador de este aaaañooo eeeeessss: ¡Carlos Melconián!
Los méritos del ganador pueden apreciarse fácilmente al leer sus declaraciones y pronósticos en diversos medios sobre la economía argentina para el presente año. Antes que nada, conozcamos brevemente su currículum:
Carlos Melconian, Director y propietario de M&S Consultores. Licenciado en Economía por la Universidad de Buenos Aires y Master en Economía por la Universidad Di Tella. Se desempeñó en la Gerencia de Investigaciones Económicas y ocupó la Subgerencia del Area Externa del Banco Central de la República Argentina, desde donde participó en las negociaciones vinculadas con la deuda que nuestro país mantiene con organismos multilaterales y bilaterales de crédito y los bancos comerciales.
Para que cada uno de nosotros sopesemos sus aptitudes y artes proféticas que lo hicieron merecedor de este premio, sólo basta con que repasemos sus declaraciones.
Ya a principio de año, Carlos Melconián decía (el 5 de enero) a quien quería escucharlo:
“En 2012, ante la ausencia de superávit fiscal y con una inflación de dos dígitos, la Argentina no va a poder adoptar políticas fiscales y monetarias contracíclicas”, dijo el economista Carlos Melconian, director de M&S Consultores. “Con los recortes de los subsidios y la revisión anunciada de los sueldos de los empleados estatales, más bien parecería que se está yendo en el sentido contrario”, añadió.
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Incluso para festejar la llegada de los Reyes Magos (6 de enero) Melconián pronosticaba:
Por otra parte, afirmó que "el folclore de arrancar por Barrio Parque, Belgrano y los bingos, es folclore". Y que "si el ajuste va a descansar en que las cifras del gasto público van a cerrar por eliminación de subsidios, eso es imposible".
"El valor exportado del sector primario, que ha sido la columna vertebral y el puntal de este período histórico, ya aunque llueva, será menor al del año pasado", afirmó.
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Días después (12 de enero) Carlitos insistía con sus malos augurios:
También está la vieja idea madre, enterrada hasta por las modernas izquierdas de la región, del "modelo de sustitución de importaciones". La verdad es que estos conceptos no han reflotado en el mundo, sino que han muerto. Por eso, estas decisiones de verdadero control en 2012 son realmente inéditas.
Por lo tanto, "la madre del borrego" de esta decisión, ahora formal en materia de importación, se inscribe dentro de la lógica de la medida más relevante del último tiempo en materia macroeconómica, que fue la vuelta al control de cambios el 31 de octubre. Ese fue el verdadero mazazo, que cambió todo en materia de política económica.
La libertad de cambios y de comercio ha dejado de ser una variable donde decide la gente. Ahora decide el Gobierno.
En números, presuponiendo que la drástica medida del 31 de octubre congela o lleva casi a cero cualquier ingreso neto positivo de capitales o financiamiento genuino a la Argentina (...) Dado este diagnóstico, está claro que el conjunto de medidas cambiarias no sólo no recuperan la desconfianza, sino que la profundizan. De allí la irreversibilidad del proceso, y que puedan esperarse decisiones de control adicionales, propias y hasta lógicas de los 70 y los 80.
El sábado 3 de marzo de 2012 Carlitos aumentaba los malos pronósticos:
Independientemente de la definición exacta, 2012 será nuevamente un año de agujero para el fisco.
Modificar la Carta es un retroceso muy grande. En el mismo sentido, el objetivo de la llamada "sintonía fina" oficial no es equilibrar, sino evitar que el desajuste que menciono no se vaya de cauce.
El año pasado cerró con una desaceleración del nivel de actividad. Y la verdad que ese freno no se notó en la suba de precios. Este año arrancó parecido. Que la cosecha, el mundo y la región [Brasil pisó el freno] tampoco sumen no es un tema menor. En lo local, no queda claro el rumbo del poder adquisitivo. Por el recorte de subsidios va a caer, pero por negociación salarial, los sueldos van a ir bastante arriba de la pretensión oficial del 18% de aumento.
El año andará entre un positivo muy moderado y signos de estancamiento.
Y el domingo 1 de abril don Melconián decía:
Las consecuencias son claras: por un lado, se reduce el incentivo a desacelerar la suba del gasto público (desde ya los subsidios incluidos). Al tener "permitido" emitir moneda a un ritmo del 35% anual para financiar al fisco, es perfectamente factible que los precios suban al veintipico por ciento anual.
La caída del tipo de cambio real está "a la buena de Dios". Y sigue agrandándose la divergencia entre subas de salarios, tipo de cambio nominal y precios.
A corto plazo, los termómetros serán la evolución del nivel de actividad, la tasa de inflación o la brecha cambiaria entre el dólar oficial y los distintos dólares. A mediano plazo, la Argentina entró en un retroceso estructural que simultáneamente la aleja más aceleradamente de los países normales en el intento de "alargar la vida útil del programa".
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Y el 18 de abril "Melconian prendió la alarma y habló de estanflación":
(…) la confirmación por parte del economista de que Argetina atraviesa por un período de suba de precios con desaceleración, lo que se traduce en términos económicos como estanflación.
“La suba de precios no baja y la economía desacelera, son fenómenos estanflacionarios que se verifican, es lo que hay”, sentenció.
Sobre YPF.
En relación a la estatización de la empresa petrolera, advirtió que aquellos privados que quieran invertir no conoce bien cuáles son las reglas de juego en Argentina. “No habrá un boom de inversores interesados”, adelantó.
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Sobre YPF.
En relación a la estatización de la empresa petrolera, advirtió que aquellos privados que quieran invertir no conoce bien cuáles son las reglas de juego en Argentina. “No habrá un boom de inversores interesados”, adelantó.
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El 26 de abril Melconian decía que "Vamos hacia un deterioro":
El 9 de mayo Carlitos estaba seguro de que “Si se sigue pisando la importación vamos a una recesión”:
Durante su exposición, el economista aseguró que “si se sigue 'pisando' la importación, vamos a una recesión”. "La crisis no es nueva, estaba vigente incluso cuando se votó en octubre y obligó a tomar decisiones, como el control de cambios y la reforma de la carta orgánica del Banco Central. Hoy estamos en desaceleración con inflación", sostuvo, crítico al gobierno.
"Se fueron 80.000 millones de dólares, contra los 18 mil millones que se fueron con De la Rúa, que no tenía los agrodólares", agregó, implacable.
No hay sintonía fina: el nuevo modelo es un hachazo cambiario", opinó irónico.
"Pretender acotar la importación es incompatible con la pretensión de crecer. Si se sigue pisando la importación vamos a una recesión. Innecesaria" afirmó.
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Durante su exposición, el economista aseguró que “si se sigue 'pisando' la importación, vamos a una recesión”. "La crisis no es nueva, estaba vigente incluso cuando se votó en octubre y obligó a tomar decisiones, como el control de cambios y la reforma de la carta orgánica del Banco Central. Hoy estamos en desaceleración con inflación", sostuvo, crítico al gobierno.
"Se fueron 80.000 millones de dólares, contra los 18 mil millones que se fueron con De la Rúa, que no tenía los agrodólares", agregó, implacable.
No hay sintonía fina: el nuevo modelo es un hachazo cambiario", opinó irónico.
"Pretender acotar la importación es incompatible con la pretensión de crecer. Si se sigue pisando la importación vamos a una recesión. Innecesaria" afirmó.
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Pero sus advertencias llegaron a un climax cuando el domingo 27 de mayo dijo que la economía argentina estaba “Ante un punto de inflexión”:
Cumplidos nueve años de gobierno, y a sólo seis meses de comenzado el tercer período, se tomaron un conjunto de decisiones de política y organización económica que marcan un antes y un después donde "nada volverá a ser como antes". Se cruzaron límites que son verdaderos puntos de inflexión.
La expropiación de YPF sienta un precedente negativo para hundir inversiones en el país.
Bajo esta lógica, estas medidas a nueve años de gobierno no son circunstanciales o anticíclicas para sortear una coyuntura adversa. Ni siquiera una respuesta extraordinaria para enfrentar turbulencias internacionales. Por el contrario, es la decisión oficial de prolongar la vida útil de un programa económico que ya dio todo lo que podía dar. Se trata de puntos de inflexión que alejan a la Argentina del "sentido común" no sólo internacional, sino también regional. La acercan cada vez más a lógicas setentistas y ochentistas.
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Y el 14 de agosto aconsejó que “la argentina tiene que copiar las fórmulas de los vecinos que hicieron las cosas bien. No hay que inventar nada. Hay que tener autoridad política, equipos y programas. No podemos inventar cosas que no existen”.
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Pero como el gobierno no le hicieron caso, el 2 de noviembre nos anunció "¿Otra desilusión monetaria?"
Hay varias maneras de ver este fenómeno, que le pega al corazón de lo que ha sido el "modelo" económico. La primera, y obvia, es que lo que sale supera a lo que entra, pero además en el esquema implementado desde antes del conflicto con el Banco Central hace dos veranos, se dificultaría el pago de la deuda en dólares que se hace con reservas, ya que le mete presión adicional.
Estos factores además blanquearon otra anormalidad: mientras que en la Argentina el BCRA pierde reservas.
La Argentina es uno de los pocos países del mundo (junto con Egipto, Vietnam y Venezuela) que no pudo subir sus reservas desde 2008.
El puntapié inicial para encaminarse informal y confusamente a un mercado cambiario bajo control ha quedado abierto. Se abre así una caja de Pandora que evolucionará acorde con los resultados.
¿Volverá a comprar dólares "comerciales" el BCRA después del 31 de octubre? ¿Cuánto? ¿Por cuánto tiempo? ¿Cómo se reorganizará el mercado cambiario en el resto de sus componentes? ¿Con cuántos tipos de cambio y en qué valores? ¿Y los depósitos? ¿Y el crédito y la tasa de interés? ¿Y el impacto en el PBI? ¿Y en la inflación? ¿Cómo será la vida ahora?
En los 90, la convertibilidad, más allá del 1 a 1 y su inicial ataque antihiperinflacionario, intentó sentar las coordenadas para un régimen bimonetario entre el peso y el dólar.
La bimonetariedad terminó mal porque el régimen resultó poco flexible para adecuarse a un contexto internacional desfavorable y porque la recesión y la deflación les restaron a la gente y a las empresas capacidad de pago para devolver los créditos tomados, y el sistema bancario entró en crisis. (...) Tras la convertibilidad, la realidad (...)
No hubo ni habrá a partir del "mazazo" del 31 de octubre canales fluidos ni instrumentos para canalizar el ahorro en pesos. Aunque supuestamente "salga bien" (donde no termino de entender bien qué es lo que eso significaría), está claro que ha empezado otro partido en la Argentina.
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Para que comprobemos la coherencia de los "acertados" pronósticos de este “famoso” y “renombrado” economista, recordemos los que hizo hace diez años, en otro contexto político-económico, más cercano a su ideología y simpatías políticas.
Pronósticos del mismo Carlitos Melconián para el período 2001/2002:
"Todo está para un boom. Están dadas las condiciones para esperar una fuerte recuperación. Hay una autorrepresión de consumo nunca vista, que pronto acabará."
Dejo a los estimados lectores de este humilde blog la tarea de catalogar al ganador de este premio dentro de las categorías de "experto", "aventurado" o "demasiado vivo" que se señala en nuestro encabezado, pero estoy seguro que sí coincidirán conmigo en que, visto y considerando la larga trayectoria de nuestro Manochanta de Oro 2012, podemos sin duda encuadrarlo dentro del rubro de los M.E.I.A. (Manochantas Economistas Ignífugos Argentinos).
Pido entonces un gran aplauso para este justo ganador, quien puede solicitarnos la entrega del trofeo cuando el camión del Basurero Nacional pase cerca de su domicilio u oficina.
¡Hasta la próxima entrega!
Pido entonces un gran aplauso para este justo ganador, quien puede solicitarnos la entrega del trofeo cuando el camión del Basurero Nacional pase cerca de su domicilio u oficina.
¡Hasta la próxima entrega!
Como yapa, este 2012, año de la ampliamente publicitada "predicción maya del fin del mundo", este humilde servidor público acerca un corto video sobre la misma, porque es inevitable asemejar las predicciones de estos "expertos economistas" premiados a las de estos propagandistas "mayas"...
La Verdad Sobre El 2012 (Tengo Pruebas).
La Verdad Sobre El 2012 (Tengo Pruebas).