Apenas conocidos los resultados de la primera vuelta de las elecciones en la ciudad, comenzaron las sugerencias y presiones para que Martín Lousteau, que alcanzó el segundo puesto y con él el balotaje frente a Horacio Larreta, decline de su derecho a participar en la segunda vuelta.
Durante la campaña electoral los medios hegemónicos negaban o soslayaban que ambos candidatos pertenecían a un mismo espacio político a nivel nacional, pero una vez que se conoció que ellos se enfrentarían en el balotaje, tomaron ese dato (que había sido el argumento principal del Frente para la Victoria en la campaña) para sugerir que ese proyecto nacional no podía darse el lujo de competir contra sí mismo a nivel local.
Sin embargo, el candidato Lousteau desconoció esas sugerencias y en su primer discurso pos electoral ratificó su participación en la segunda vuelta. Ante eso, las principales plumas del establishment o del llamado "círculo rojo" comenzaron a presionarlo para que se baje del balotaje. Una de las excusas es que el debate entre los candidatos del mismo frente nacional y las posibles críticas que debería hacer Lousteau al gobierno de Macri en la ciudad afectarían su candidatura a presidente. Incluso ese círculo intenta bajar otras candidaturas, ahora nacionales, para no afectar la cantidad de votos al macrismo.
Para analizar este fenómeno, repasemos algo de lo que se dijo sobre el tema en los medios.
Durante la campaña electoral los medios hegemónicos negaban o soslayaban que ambos candidatos pertenecían a un mismo espacio político a nivel nacional, pero una vez que se conoció que ellos se enfrentarían en el balotaje, tomaron ese dato (que había sido el argumento principal del Frente para la Victoria en la campaña) para sugerir que ese proyecto nacional no podía darse el lujo de competir contra sí mismo a nivel local.
Sin embargo, el candidato Lousteau desconoció esas sugerencias y en su primer discurso pos electoral ratificó su participación en la segunda vuelta. Ante eso, las principales plumas del establishment o del llamado "círculo rojo" comenzaron a presionarlo para que se baje del balotaje. Una de las excusas es que el debate entre los candidatos del mismo frente nacional y las posibles críticas que debería hacer Lousteau al gobierno de Macri en la ciudad afectarían su candidatura a presidente. Incluso ese círculo intenta bajar otras candidaturas, ahora nacionales, para no afectar la cantidad de votos al macrismo.
Para analizar este fenómeno, repasemos algo de lo que se dijo sobre el tema en los medios.
(así es la vida)
el culo más se le ve."
Juguetes perdidos.
(Beilinson - Solari)
Apriete, barrido y limpieza
Por Adrián Murano.
Pocas veces los dueños del poder expresan sus deseos de manera tan brutal. Apenas habían pasado unas horas del ecrutinio porteño cuando Marcelo Longobardi –intérprete dilecto del establishment– reprendió a un amanecido Martín Lousteau porque no bajaba su postulación. "La oposición tiene formatos muy sólidos para enfrentar a un justicialismo pragmático. Hace falta ser más pragmático. Me pregunto si las fuerzas que a nivel nacional sostienen a Mauricio Macri deben competir en términos no agradables en la Ciudad", lanzó el animador radial.
El postulante de ECO defendió como pudo su derecho a competir, provocando un intercambio tan insólito como revelador:
Lousteau: –¿Quién determina que uno se tiene que bajar?
Longobardi: –El volumen de votos.
Lousteau: –El volumen de votos dijo que hay balotaje, tu lectura no se corresponde. Si yo ahora me bajo ustedes pueden decir que hubo acuerdo por abajo o por arriba ¿Qué le digo a los votantes a los que les dije que queremos debatir con el PRO los problemas, como por ejemplo el juego?
Longobardi: –Eso se puede plantear igual.
Lousteau: –No entiendo por qué le tenemos miedo a la discusión.
En el fragor de su defensa, el economista dio con la palabra clave que le puso precio a su cabeza. El Círculo Rojo que patrocina a Macri tiene miedo. Pero no sólo a la difusión de los trapos sucios de la gestión macrista –la "discusión" a la que se refirió Lousteau–, sino al efecto devastador que tendría sobre la candidatura del alcalde una derrota en el distrito que lo vio nacer.
Es cierto: la abundante cosecha de Horacio Rodríguez Larreta permite ilusionarse con un bailecito triunfal. Sin embargo, la experiencia reciente de Santa Fe demostró que no es bueno descorchar antes de tiempo. ¿Y si al candidato porteño le ocurre lo mismo que a Miguel del Sel, a quien todos daban por ganador luego de imponerse en las primarias, pero que casi no sumó más votos a la hora de la verdad?
En la Ciudad el riesgo parece minúsculo, pero suficiente para que cunda el pánico en el PRO. Y entre sus sponsors, como el Grupo Clarín, que en seguida desplegó un operativo para limpiar a Lousteau del escenario electoral. Pero el muchacho, claro, se hizo los rulos. Y los quiere mostrar un rato más.
Nota completa
Lousteau, enojado: "Si Scioli saca el 44,9% y Macri el 35%, ¿pedirían que el PRO se baje?"
El candidato de ECO rechazó en duros términos las presiones para que desista de competir en la segunda vuelta. "Desde el PRO, en vez de reconocer que la ciudadanía se expresó, especulan con que nos bajemos".
El resultado en las elecciones porteñas del domingo desató una fuerte presión sobre el candidato de ECO, Martín Lousteau, para que desista de participar en la segunda vuelta, dada la abultada diferencia que le sacó el competidor del PRO, Horacio Rodríguez Larreta. Hoy, el ex ministro de Economía estalló contra quienes intentan "bajarlo" de la definición y acusó al macrismo de sumarse a esa especulación.
"Lo que sí vi es muchos medios especulando con que nosotros nos bajaríamos".
Antes, en una entrevista con La Nación, el candidato de ECO reconoció que "hubo presiones desde distintos lugares" para que no participe de la segunda vuelta, aunque afirmó: "Lo que vale es lo que eligió el ciudadano.
En ese sentido, dijo en Vorterix que ve "un doble estándar" de parte de quienes ejercen esas presiones y, para graficarlo, preguntó: "Si Scioli sacara el 44,5% y Macri el 35%, le pedirían que se baje?".
Nota completa
Lousteau denunció "presiones" para bajarse del balotaje
El candidato a jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por ECO, Martín Lousteau, aseguró hoy que desde que quedó en segundo lugar ayer y entró al balotaje, sufre "presiones" para no competir.
En ese sentido, durante una conferencia de prensa Lousteau fue consultado por el tema y respondió: "Aún hoy hay presiones", y agregó: "Vamos a seguir haciendo campaña de la misma manera que hasta ahora".
Nota completa
La oposición, el aliado ideal del kirchnerismo.
Por Joaquín Morales Solá.
El ballottage en la Capital tiene esta vez una singularidad: está en el medio de la
discusión el principal candidato de la oposición, Mauricio Macri, según la unanimidad de las encuestas. Macri, a su vez, integra un espacio político común con el radicalismo y la Coalición Cívica. Martín Lousteau, el candidato que aspira a competir en la segunda vuelta capitalina, pertenece a ese mismo espacio, aunque también es solidario con la candidatura presidencial de Margarita Stolbizer. Lousteau ha sido especialmente agresivo con Macri (y promete serlo aún más) durante una campaña, la del ballottage, que concluirá apenas 20 días antes de las primarias nacionales para las presidenciales.
La extraña situación provocó un tumulto de posiciones dentro del espacio opositor. ¿Debe haber segunda vuelta cuando la diferencia entre Horacio Rodríguez Larreta y Lousteau fue abismal? ¿Es razonable extender inútilmente una competencia entre opositores en las vísperas de elecciones nacionales en las que se jugará la continuidad del kirchnerismo? No hay segunda vuelta en condiciones de remontar 20 puntos de diferencia en la primera ronda. No hay, por lo menos, experiencia en el mundo que haya registrado que el segundo salió primero en la segunda vuelta después de perder de esa manera en la primera ronda. No hay, en definitiva, nada que anticipe semejante conmoción electoral.
Elisa Carrió prefirió mantenerse prescindente en esa discusión, que es una manera de decir, al menos, que no está segura de que el ballottage en la Capital sea un buen recurso en las actuales condiciones nacionales. Es el radicalismo, en cambio, el más empecinado en continuar con el proceso electoral capitalino. Apasionados por las luchas internas más que por la conquista del poder, los radicales están contagiando ese espíritu tan de ellos al resto de la convergencia con macristas y seguidores de Carrió. El presidente del radicalismo, Ernesto Sanz, suele admitir, no obstante, que le sería muy difícil convencer a Lousteau de que acepte su derrota de una buena vez. "Tendremos que pasar por esto", se resigna.
Para decirlo con palabras directas: un eventual e improbable triunfo de Lousteau en la Capital terminaría también con la elección nacional. Daniel Scioli sería el seguro próximo presidente. Ninguna sociedad vota el desorden político e intelectual conociéndolo de antemano.
A Macri no le queda otro recurso que el silencio. ¿Podría pedirle a Lousteau que aceptara su derrota? No. Debe respetar el mandato constitucional, en primer lugar, y no tiene razones para exhibirse débil cuando no está débil en la Capital. Otra cosa son las consecuencias que podría tener para su carrera presidencial una campaña dura y agresiva por el ballottage.
Lousteau reinició su campaña con palabras hirientes para el líder capitalino. "Me quieren bajar los intereses del juego", disparó.
Es sólo un ejemplo del nivel de belicosidad al que está dispuesto el ambicioso candidato de los radicales porteños.
LOS ERRORES DE SIEMPRE
Sus opositores repiten las mismas equivocaciones con la inútil ilusión de conseguir resultados distintos. Mantienen cierta unidad y un grado razonable de consenso cuando están lejos de las elecciones, pero descerrajan una implacable guerra interna cuando se avecinan las elecciones.
Semejante escenario no debería quedar sólo en manos de Lousteau, que, como él mismo dijo, es opositor a todo, a Cristina y a Macri. Un satélite fuera de órbita. Es el combate entre la vocación de poder o la vocación de ser opositor. Pero ése no es un combate de Lousteau, que tiene vocación de poder, sino de sus principales apoyos políticos.
También para condenar a los capitalinos a votar de nuevo en elecciones innecesarias, porque el resultado es perfectamente previsible. Perderá.
Aceptó de hecho darle una alegría al sciolismo después de un domingo de naufragios. Por fin, Scioli encontró alguien, que ni siquiera se propuso buscar, que le hará parte de la campaña ofensiva y violenta contra Macri, que Scioli no quiere hacer.
El domingo, Cristina Kirchner no tuvo otra salida que mostrarse triunfadora... en Grecia. Conscientes o inconscientes, con ganas o sin ellas, sus opositores están cerca de darle a la Presidenta un triunfo argentino.
Nota completa
Stolbizer: "Los que hablan del republicanismo dicen que me baje para beneficiar a Macri, es un disparate".
La precandidata por Progresistas se niega a creer en la polarización y denuncia las presiones para que no se presente en estas elecciones.
En diálogo con El Destape, la candidata del frente Progresistas habla de sus planes para la Casa Rosada y responde a la campaña para que abandone la carrera, en otro intento de unificar la oposición tras Mauricio Macri, que pasó de ser considerado integrante de la "patria contratista" a ser el nuevo San Martín de la Argentina republicana.
MS: -Al día de hoy existen las presiones y van a durar durante toda la campaña. Es demostrativo de un comportamiento poco democrático y poco republicano esto de querer eliminar competidores. Los que hablan del republicanismo dicen que me baje para beneficiar a Macri. Existen campañas pagas a través de redes sociales para poner que me tengo que bajar, es un disparate e incomprensible. La candidatura no me pertenece, represento un espacio de pensamiento que se va a referenciar en todos nosotros.
ED -¿Hay presiones externas de la política? Se habló mucho de los movimientos del Círculo Rojo para armar una estrategia de la oposición.
MS: -No, ni me llamó tampoco Carrió. Han dicho que mi candidatura beneficia a Scioli para descalificar mi propuesta, (pero) nadie se anima a llamarme para decirme que me baje, ni políticos ni no políticos (sic).
Nota completa
Balotaje porteño. |
Como vemos, las presiones que se conocen son fuertes pero podemos pensar que las subterráneas, las que no se conocen a través de los medios, son mayores aún. Esto nos lleva a creer que las mismas seguirán a medida que el debate entre ambos candidatos crezca y empiece a afectar más aún a la campaña y la imagen de Mauricio Macri.
Por eso, veremos si Lousteau puede resistir las presiones de los mismos factores de poder que lo elevaron a la candidatura, a las tapas de los diarios y las revistas, a las pantallas de la televisión, si declina su candidatura con alguna excusa nueva o si lo hace luego de negociar un programa de gobierno común con el PRO o, quizás, algún puesto o puestos en un gobierno de Rodriguez Larreta.
Y eso fue lo que motiva la encuesta que incluimos en Basurero Nacional, que pregunta a nuestros lectores si Lousteau se baja del balotaje, con tres opciones: 1) No, resiste al Círculo Rojo, 2) Sí, cede a las presiones o 3) Sí, pero antes negocia con el PRO.
En pocos días conoceremos el resultado de esta encuesta, y el 15 a la noche conoceremos el resultado de la segunda vuelta, si no es que Lousteau decide (u otros deciden por él) declinar su participación en la segunda vuelta. Veremos...