10 de diciembre de 2014

Evasión y fuga. El Club del Chocolate Suizo... negro, bien negro.

Aunque sus socios pertenecen a varios países, en Argentina los medios hegemónicos minimizan el descubrimiento o denuncia de las cuentas con dinero evadido, lavado o en negro, pertenecientes a los miembros argentinos de este selecto club internacional, atacando, en su lugar, tanto al gobierno, a la AFIP, como a quienes proveyeron originalmente esa información al gobierno francés, del que la recibió el gobierno argentino.
Ante esta pantalla de falacias o medias verdades, este humilde servidor público acerca a los estimados lectores algunos textos y videos que aclaran el tema más allá de la nube de humo mediático que oculta lo esencial.

Veamos de qué estamos hablando cuando hablamos de evasión y lavado de divisas en serio:




Una arrepentida suiza aportará a la AFIP 4000 cuentas de argentinos.
Ex directora de Ceremonial de la Unión de Bancos Suizos (UBS) hasta el año 2012, Gibaud vio manejos irregulares de información confidencial y denunció casos de evasión y fraude fiscal.
La historia de las cuentas irregulares de argentinos en el mundo no deja de dar sorpresas. Y todo hace aparentar que en el corazón de la banca Suiza hay aún mucho material de personas físicas y empresas de la Argentina que deberán ser investigadas en busca de presuntos delitos económicos
En marzo de 2015, desembarcará en el país una ex banquera arrepentida con una serie de documentos y material probatorio que otorgará al fisco nacional. En su poder, la mujer tiene archivos con fichas de entre 3000 y 4000 cuentas de argentinos, presuntamente no registradas aquí.
Desconocida para el común de la gente, la francesa Stéphanie Gibaud fue, entre los años 1999 y 2012, directora de Comunicaciones y Ceremonial de UBS
A finales de ese año, empezó a darse cuenta de que el banco manejaba información confidencial vinculada a actividades ilegales con clientes de altos ingresos. Denunció entonces evasión y fraude fiscal en la entidad y se alistó en un grupo internacional de filtradores de secretos bancarios.
Echegaray había adelantado que mientras se investiga el caso de cuentas suizas de argentinos en el HSBC, los técnicos del organismo estaban estudiando posible evasión y lavado también en UBS. E hizo referencia a un banquero de esa entidad que ya estaba colaborando con el fisco local en las pesquisas. 
De hecho, y si bien se mantuvo en estricto secreto hasta hoy, Gibaud ya estuvo presente en un encuentro cara a cara con el jefe de AFIP. Fue el 25 de septiembre pasado, cuando Echegaray viajó a Francia para reunirse con el arrepentido del HSBC, Hervé Falciani, cuya lista de evasores fue el eje de la denuncia en torno a ese banco y sus clientes a nivel local. En ese contexto, Falciani presentó a Gibaud, que adelantó la cantidad de cuentas disponibles y se comprometió a mantener el hermetismo de esos datos. 
Ambos arrepentidos –Gibaud y Falciani– son fundadores de un grupo de activistas "arrepentidos" que combaten contra el fraude bancario y que elaboraron una plataforma de denuncia ciudadana para cortar con la corrupción del sistema financiero.
La propuesta de la ex ejecutiva de UBS es colaborar para que las naciones puedan recuperar los dineros que se perdieron de cobrar en impuestos y multas por el dinero enviado al exterior sin registrar.
"Argentina presenta una denuncia contra el HSBC", escribió Gibaud en su cuenta en la red social Twitter el 28 de noviembre último. Mostró su cercanía a la situación que afronta el país en materia de denuncias a bancos que ayudan a sus clientes a lavar y evadir sin tributar.
Si bien habrá que ver cuántas de las cuentas totales son ilegales, las negociaciones con este tipo de arrepentidos ya cuentan con un importante paraguas político. Tanto en el caso de UBS como en el de HSBC, habrá respaldo del gobierno francés en el marco de acuerdos internacionales suscriptos por Argentina. De hecho, cuando Falciani buscó entregar en forma unilateral su listado a AFIP, Echegaray se apoyó en una herramienta formal. Así, y tras haber investigado de cerca si lo que Falciani decía era cierto, incluso usando cámaras ocultas y siguiéndolo en reuniones con clientes, Francia se ofreció a entregar a Argentina toda la documentación. Todas estas negociaciones se enmarcan en dos ejes institucionales: en primer término, el convenio Multilateral con la OCDE, que le permite a Argentina cruzar información con 81 Estados. Y, en segundo lugar, el acuerdo que el 20 de marzo pasado firmaron en Berna el jefe de AFIP y el secretario de Asuntos Financieros Internacionales de Suiza, Jaques de Watteville. Cuando sea refrendado por el parlamento helvético (aquí ya se aprobó), ese convenio derribará el secreto fiscal y bancario entre ambos países. Este factor es clave: según detallaron fuentes oficiales a este diario, en manos del fisco nacional hay además información de cuentas suizas de argentinos sin registrar en los bancos Crédit Suisse y Safra. 
La colaboración internacional facilita y agiliza trámites. Justamente, por falta de un convenio con Estados Unidos que sea similar al alcanzado con Suiza y Francia, a las autoridades nacionales se les hace difícil avanzar en las causas de lavado y evasión que involucran al banco JP Morgan. Es que las denuncias y pruebas presentadas por el arrepentido Hernán Arbizu no tienen aval estatal del País del Norte, sino todo lo contrario: Arbizu fue perseguido, denunciado y puesto en lista de presos internacionales por Interpol. Herramientas que Estados Unidos utilizó para ocultar los negociados del banco y de sus clientes argentinos en Nueva York. 
Gibaud, que acaba de publicar este año un libro contando su historia, sufrió persecuciones, fue tratada de insana por el banco y perseguida incluso con posterioridad al abandono de su cargo. El mismo trauma que deben afrontar los soplones o delincuentes confesos que se arrepienten y denuncian a sus entidades madre. 
Respecto al material que traerá Gibaud al país, lo cierto es que no hay precisiones más allá del número de cuentas. No se sabe cuánto representarían en dinero esos casos. El cálculo está guardado bajo siete llaves, pero se especula con cifras sumamente elevadas. En la denuncia de las 4040 cuentas en el HSBC, Echegaray mencionó la friolera de más de $ 60 mil millones. Cabe destacar que la colaboración entre banqueros de UBS y el fisco nacional ya se venía dando desde hace un tiempo. Y AFIP se encuentra estudiando técnicamente la potencialidad del material que traerá la ex ejecutiva francesa. No es sencillo descubrir irregularidades cometidas por bancos y sus clientes, se necesita tiempo para el cruzamiento de datos. Se deduce que, seguramente, habrá coincidencias con clientes argentinos que ya fueron denunciados por cuentas sin declarar en otros bancos, como el JP Morgan y el propio HSBC. La semana pasada, este diario dio a conocer un listado de más de 300 contactos de argentinos en UBS. El material, que pertenece a la agenda de otro ex UBS, José Santamarina, ya está presentado como prueba en el Juzgado Federal 7, que conduce Sebastián Casanello. 
Hasta el momento, la ex encargada de Comunicaciones y Ceremonial de UBS aseguró tener información de algunos países, pero confirmó que la develará sólo si esas naciones respaldan sus datos y se la convoca a presentar el material. Lo propio hizo, por caso, con Bélgica y Francia. Con esta historia y los casos de los arrepentidos con material probatorio que vincula a Argentina, queda claro que –tal como aseveraron esta semana algunos dirigentes políticos– los detalles que van viendo la luz son sólo la punta del ovillo de escándalos mayores.
Mientras tanto, en paralelo, los bancos de inversión siguen arreglando los casos de corrupción con dinero en efectivo. Los supervisores de Estados Unidos, Gran Bretaña y Suiza multaron hace pocos meses a cinco importantes bancos a pagar unos 3300 millones de dólares por la manipulación en el mercado de divisas. Los bancos sancionados fueron los británicos HSBC y RBS, los estadounidenses Citibank y JP Morgan Chase y, justamente, el suizo UBS.
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Veamos ahora los antecedentes, el currículum sobre este tema que tiene el banco HSBC denunciado por la AFIP:


Historia de narcos y terroristas con el sello del HSBC.
El banco lavó dinero de carteles mexicanos y facilitó el financiamiento del terrorismo.
La demanda por asociación ilícita y evasión fiscal que la AFIP le acaba de iniciar al Hong Kong and Shanghai Banking Corporation (HSBC) es similar a una acusación reciente que enfrentó ese mismo banco en Estados Unidos. Página/12 accedió al informe del Subcomité Permanente de Investigaciones del Senado estadounidense, donde se detalla cómo el banco diseñó una estrategia destinada a lavar dinero proveniente del narcotráfico y el terrorismo a través de su filial HSBC Bank USA National Association. Las evidencias fueron tan contundentes que la entidad aceptó pagar una multa de 1900 millones de dólares para poner fin al pleito. La hipótesis que sustenta la acusación de la AFIP es que los tres mil millones de dólares fugados por 4040 individuos y grandes empresas requirieron de los servicios activos del mismo HSBC Bank USA National Association y el HSBC Suisse para establecer sociedades fantasma utilizadas para opacar la canalización de los fondos a su destino final en el paraíso fiscal europeo.
El banco HSBC desembarcó en Estados Unidos en 1980 al comprar el 51 por ciento de las acciones del Marine Midland Bank, que operaba en el estado de Nueva York.
El HSBC Bank USA National Association se convirtió en un laxo nodo central para operaciones internacionales del holding asiático-británico que facilitaron el lavado de dinero proveniente del narcotráfico y del terrorismo.
A través de su filial HSBC Bank USA National Association, esta multinacional facilitó el ingreso a Estados Unidos de más de siete mil millones de dólares en billetes provenientes de bancos mexicanos vinculados con lavado de dinero del narcotráfico entre 2007 y 2008, permitió la apertura de más de dos mil cuentas a compañías conformadas con acciones al portador, volviendo imposible identificar a sus propietarios, y eludió las sanciones del gobierno estadounidense contra Cuba, Irán y Corea del Norte, entre otros, al canalizar operaciones bancarias provenientes de esos países por 19.700 millones de dólares durante el período 2001-2007. Las diferentes transacciones financieras irregulares que también incluyeron la oferta de servicios al principal banco privado saudí Al Rajhi Bank, señalado por la CIA como financista de diferentes organizaciones terroristas entre las que figuraba Al Qaida, fueron identificadas y sistematizadas en un informe del Subcomité Permanente de Investigaciones del Senado de Estados Unidos en 2012.
El documento, titulado “Vulnerabilidades de Estados Unidos frente al lavado de dinero, las drogas y el financiamiento de actividades terroristas: el caso del HSBC”, apuntaba a identificar debilidades en los sistemas de supervisión bancaria sobre lavado. El reporte de 339 páginas, complementado con miles de actuaciones de las diferentes autoridades regulatorias, así como reportes internos, mails, transferencias y entrevistas con directivos del banco, fortaleció y legitimó las investigaciones por operaciones irregulares que en ese momento estaban realizando el Departamento de Justicia y distintos organismos de supervisión financiera, como la Oficina del Contralor de la Moneda de ese país. El equipo investigador del Subcomité Permanente de Investigaciones del Senado de Estados Unidos, encabezado por el legislador demócrata Carl Levin, identificó diferentes áreas donde el accionar del HSBC dejaba en evidencia “las vulnerabilidades del sistema bancario” de Estados Unidos.
Luego de una negociación, el holding acordó pagar una multa de 1900 millones de dólares por violaciones a la ley de secreto bancario, la legislación que prohíbe “comerciar con el enemigo” y la International Emergency Economic Powers Act. Con ese desembolso record, cuestionado por su “benevolencia”, la compañía logró cerrar el caso, eximiendo a todos sus funcionarios de potenciales causas penales. “Aceptamos la responsabilidad de nuestros errores del pasado. Estamos profundamente apenados por ello. Hoy somos una organización diferente de la que cometió esos errores”, admitió aliviado en 2012 el presidente ejecutivo del HSBC Inc., Stuart Gulliver.
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Ya vimos que sus más altos empleados no pertenecen a las carmelitas descalzas, pero analicemos cómo se trata al banco en nuestra prensa hegemónica:


EVASIÓN, CUENTAS EN SUIZA E HIPOCRESÍA HEGEMÓNICA.




Repasemos ahora quién es el informante del fisco francés sobre los desaguisados del HSBC:


COLABORÓ CON EL GOBIERNO DE EE.UU.
El aporte de Falciani.
La fuente original de los datos utilizados por la AFIP es Hervé Falciani, un
ingeniero en sistemas que mientras trabajó en una sucursal del HSBC en Ginebra extrajo información referida a 130 mil clientes de la sucursal helvética que terminaron en poder de las autoridades tributarias francesas. Desde entonces los galos comenzaron a reclamar los impuestos evadidos y compartieron los datos con sus pares en Italia, España, Bélgica y, recientemente, Argentina. Falciani también colaboró con el Departamento de Justicia de Estados Unidos en la elaboración de la demanda contra el HSBC USA, donde la entidad terminó acordando un pago de 1900 millones de dólares para cerrar el caso.
“El 1o de junio de 2012, un mes antes de llegar a España, comencé a trabajar de nuevo con la Justicia estadounidense desde París. Los americanos me avisaron que el Senado de Estados Unidos iba a lanzar graves acusaciones contra el HSBC por su falta de control sobre el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo. Que el banco iba a ser declarado culpable. Me dijeron que, a partir de entonces, mi vida correría peligro”, narró Falciani al diario español El País. “Tenía dos opciones: iniciar una nueva vida en Estados Unidos o viajar a otro lugar para ganar tiempo. Me dijeron que el único sitio seguro en Europa sería España, que había utilizado con éxito mi información en casos importantes como el de la familia Botín. Creían que sería poco probable que España aprobara mi extradición a Suiza. Así, podría seguir colaborando con la Justicia”, afirmó el ingeniero en sistemas al explicar las razones de su viaje a España, donde fue arrestado.
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En Europa también se consigue...:
EL HSBC Y LA EVASIÓN EN FRANCIA, ITALIA Y ESPAÑA
En Europa también.
El HSBC también fue clave para posibilitar la evasión de ricos y famosos en el Viejo Continente, a partir de los datos suministrados por el informático Falciani.
El HSBC no sólo tuvo un papel clave para facilitar el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo en Estados Unidos, sino que también se consolidó como un instrumento destinado a posibilitar la evasión fiscal en varios países europeos. De hecho, los datos a los que accedió la AFIP de ciudadanos argentinos con cuentas no declaradas en el HSBC de Suiza provienen de la filtración del informático Hervé Falciani, ex empleado del banco, la cual provocó un gran impacto en Francia, España e Italia.
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Como vemos, este tema del Club del Chocolate Suizo -tan poco tratado por los medios hegemónicos- promete seguir dándonos grandes sorpresas (no tan buenas para muchos empresarios argentinos) en los días y meses por venir. Por eso, este humilde Basurero termina esta nota con un prometedor continuará...



Más datos en nuestra anterior nota sobre el tema:

Todo sobre el "lavado bueno" y "lavado malo" de divisas...


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