19 de enero de 2016

El regreso de Nisman y la ofensiva macrista contra Cristina Fernández.

A una año de la muerte del fiscal Nisman y en medio del ruido mediático alrededor de la investigación sobre la misma, Basurero Nacional acerca resúmenes de un par de notas interesantes que ayudan a esclarecer tanto la investigación sobre el atentado contra la AMIA como la de la muerte de Nisman.
Al final, los enlaces a las distintas notas de este humilde servidor público sobre el tema:



Una trama de operaciones políticas y judiciales.
Por Raúl Kollmann
A un año de la muerte de Alberto Nisman, el gobierno de Mauricio Macri y el aparato judicial y mediático que opera el macrismo y sus aliados buscan orientar todas las causas judiciales contra el kirchnerismo, con el objetivo de adjudicarle responsabilidad en la muerte al anterior gobierno, incluyendo a la propia Cristina Fernández de Kirchner. En el expediente por el fallecimiento del fiscal, la familia Nisman –alineada con el macrismo– trata de que la causa termine en el fuero federal argumentando que se trató de un homicidio, pese a que las pruebas judiciales indican que el fiscal se quitó la vida. La ofensiva para apuntar contra el kirchnerismo utilizando la causa AMIA o la muerte de Nisman abarca otros rubros. En los últimos días se menciona que la desclasificación de información de la ex SIDE o la Cancillería sumará elementos para acusar a Cristina y a su ex canciller, acusándolos de traición a la patria y, de paso, fundamentar que hubo una operación para silenciar definitivamente al fiscal fallecido. Las evidencias, en cambio indican todo lo contrario: no sólo la criminalística y la medicina forense se pronunciaron en forma categórica, sentando las bases de que hubo un suicidio, sino que Nisman vivía un fin de semana dramático. Su denuncia contra Cristina y Héctor Timerman fue defenestrada por varios jueces, por los juristas más importantes del país y por Interpol; llamó cuatro veces a su espía amigo, Jaime Stiuso, para que le ayudara y nunca obtuvo respuesta; tenía que concurrir al Congreso a defender un texto a medio hacer, con el bloque del Frente para la Victoria y los medios de comunicación presentes; y, además, vivía varios conflictos personales. No parece casual que antes de morir haya leído un texto sobre el regreso de la muerte.
La ex esposa de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado, siempre jugó en sociedad con el macrismo. Fue sorprendente su aparición junto a Mauricio Macri en el debate con Daniel Scioli en la Facultad de Derecho. Se trató de una clarísima utilización electoral del caso.
La esperanza del aparato político del macrismo es seguir usando la causa de la muerte de Nisman para instalar que al fiscal lo mataron porque denunció a la ex presidenta y al ex canciller, es decir que hubo alguna responsabilidad de ellos en su muerte.

Pruebas.
Hasta el día de hoy y durante toda la instrucción que llevaron adelante la fiscal Viviana Fein y su secretario Bernardo Chirichela no apareció ni un solo elemento sólido que sostenga la idea de que a Nisman lo mataron.

La enumeración es larguísima:

- “No hubo una segunda persona en el baño en el momento del disparo”, dictaminaron cinco de los seis criminalistas. Una evidencia muy nítida es que había sangre en el inodoro y cerca del inodoro, lo que prueba que nadie interfería en el recorrido de esa sangre, de lo contrario hubiera pegado en el supuesto homicida.

- El disparo se produjo a menos de un centímetro, en una zona no habitual en los suicidios, pero se registran numerosos casos similares. No hay vestigios de ninguna pelea ni de ninguna resistencia, algo impensado para un hombre al que supuestamente están a punto de ejecutar. La madre de Nisman contó el viernes, en una entrevista con la Agencia Judía de Noticias, que “estaba todo en orden, igual que yo lo vi cuando lo fui a visitar dos días antes. No había nada cambiado de lugar”.

- No hay lesiones de defensa en el cuerpo de Nisman. Tiene dos golpes. Uno en la cabeza, que 15 forenses dictaminaron fue producto de la caída, y un golpe en una pierna que esos mismos forenses sostuvieron que era de antigua data.

- Cuando la madre de Nisman, Sara Garfunkel, encontró el cuerpo, la puerta del baño estaba cerrada y con la cabeza del fiscal impidiendo la apertura. Es una operación casi imposible de hacer: significa que el supuesto homicida mató dentro del baño, luego salió, y desde afuera acomodó el cuerpo contra la puerta, pero dejando la puerta cerrada. No se pudo hacer ni existe una razón para que un supuesto homicida lo haga. Hay un indicio muy nítido sobre este aspecto. En la puerta del baño hay un pincelado de sangre que se corresponde al pelo de Nisman. Esto demuestra que la caída contra la puerta fue ni bien el fiscal murió, porque se trató de sangre fresca, no de sangre seca.

- En el baño no hay indicios de pisadas de ningún tipo, pese a que la muerte del fiscal dejó mucha sangre en el piso. Tampoco fuera del baño hay ni una gota ni una mancha de sangre. Es evidencia de que no hubo nadie en ese baño y no salió nadie de él. No hay huellas ni ADN de ninguna persona extraña. Hay un par de huellas, que no se pudieron identificar, en un pasadizo del aire acondicionado. Todo indica que pertenecen a personal de mantenimiento que trabajó allí poco tiempo antes. A ese pasadizo se accede sólo desde el departamento vecino donde vivía un ejecutivo japonés de la empresa NEC.

- La madre de Nisman reiteró el viernes que ella estuvo sentada frente a la puerta del baño desde que encontró el cuerpo de su hijo hasta que llegó la fiscal Fein y que nadie ingresó al baño. Esto indica que la escena no fue alterada. Todo lo posterior a la llegada de Fein aquella noche, a Le Parc, está filmado. Esto da por tierra con las versiones de que el cuerpo se movió después que llegó el primer médico, el de Swiss Medical.

- Más allá del show que se hizo con los procedimientos de los técnicos de la Policía Federal, el propio criminalista de Arroyo Salgado, Daniel Salcedo, dictaminó que “no se afectaron los patrones” dentro del baño.

- La madre de Nisman, Sara Garfunkel, sostiene que el arma no puede haber quedado bajo el hombro izquierdo de Nisman. Los criminalistas que estudiaron el caso sostienen en cambio que eso fue perfectamente posible, porque es evidente que la pistola cayó hacia atrás y al mismo tiempo es imposible saber exactamente si la caída de Nisman fue por escalas o libre. Hay también una cuestión de sentido común: si se quiso simular un suicidio, nada era mejor que dejar el arma al lado de la mano o en su mano.

Argumentos
Arroyo Salgado insiste en que una evidencia de homicidio es que no hay rastros de fulminante en las manos de Nisman y que eso demostraría que él no disparó.

- Efectivamente el barrido electrónico de la muestra de las manos de Nisman dio parcialmente negativo. Parcialmente porque se encontraron elementos de bario, plomo y antimonio, pero no en las proporciones características.

- Aun así, el sofisticado centro que hizo el estudio, el Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) de Salta, dictaminó que el resultado no significa que Nisman no haya disparado. Varias cosas podrían haber afectado la muestra: las manos estaban ensangrentadas, pasó mucho tiempo entre la muerte y la toma de la muestra (no menos de 12 horas), el ambiente del baño pudo haber borrado los rastros e incluso puede ser que se haya tomado mal la muestra. Es decir que el propio laboratorio que hizo el estudio señaló que no se descarta que Nisman haya disparado.

- En las dos manos del fiscal había sangre porque, según los criminalistas, tomó el arma con ambas manos y el disparo tan cercano a la cabeza produce una especie de salpicadura de sangre hacia atrás que se llama backspatter.

El propio ingreso al departamento es más que improbable. La puerta principal tenía la traba puesta del lado de adentro, es decir que nadie pudo salir por allí. Y en la puerta de servicio, la cerradura de arriba estaba cerrada –después la abrió la madre de Nisman– y la llave estaba puesta en la cerradura de abajo. En ese llavero, colgado del lado de adentro, estaba la llave de la cerradura de arriba, es decir que si un homicida entró y luego salió, tendría que haber tenido otra llave de arriba, porque cerró esa cerradura y la llave quedó del lado de adentro.

El arma
El custodio Rubén Benítez testimonió que el sábado Nisman le pidió un arma. Es lo mismo que afirma el informático Diego Lagomarsino, propietario de la Bersa calibre 22 con la que se produjo el disparo. Los abogados de Arroyo Salgado apuntan contra Lagomarsino porque dicen que no hay evidencias de que el fiscal le haya pedido el arma.

La realidad es que el pedido a Benítez es una prueba de que Nisman buscaba un arma ese día. Se estudió la existencia de vínculos entre Benítez y Lagomarsino, para ver si se pudieron haber puesto de acuerdo en la versión Por lo menos en el expediente no apareció ninguna llamada ni relación alguna.

Las versiones de Lagomarsino fueron confirmadas:

- Su horario de llegada a Le Parc el sábado 17 de enero a las 15. cuando supuestamente Nisman le pidió el arma.

- Su egreso poco después cuando fue a buscar la pistola a su casa.

- Está probado que Nisman lo llamó a media tarde. Esa comunicación supuestamente fue para insistirle en que se apure a buscar el arma.

- El regreso a Le Parc fue a las 20. En ese momento le habría entregado la pistola.

- Del edificio salió a las 20.30, algo que quedó registrado en las cámaras. Además, en las imágenes de los peajes y de las cámaras del lugar donde vive, se certifican los pasos del informático.

- También hay pruebas claras de que el domingo a la mañana estuvo con su familia en un supermercado.

Hoy por hoy está claro que Nisman murió justamente el domingo, algo que está certificado por los 15 forenses e incluso los médicos de Arroyo Salgado rectificaron bastante su postura inicial. El cálculo es que el fiscal murió en la mañana del domingo 18 de enero, posiblemente antes de las 10. Esto significa que Lagomarsino no estaba en el departamento de Le Parc a la hora de la muerte del fiscal.

Informática
Poco después de las 7.30 de la mañana de aquel domingo, Nisman revisó por internet los diarios, principalmente Página/12, las fotos de una modelo con la que mantuvo una relación, leyó sus mails en la cuenta de Yahoo y una nota sobre el regreso de la muerte posteada por Claudio María Domínguez en Infobae. Hoy se está esperando que Google y Yahoo, desde Estados Unidos, confirmen esos ingresos desde su computadora en Le Parc, pero por las características de esas lecturas, parece evidente que fue el propio Nisman el que entró a sus mails y a todos esos sitios de internet. En una investigación paralela sobre los fondos en negro que manejaba el fiscal, quedó en claro que Nisman utilizó desde Le Parc una cuenta de mail con nombre oculto –agarfunkel@hotmail.com– mediante la cual hizo cuatro movimientos en su cuenta no declarada en el Merrill Lynch de Nueva York. Se le pidieron informes al banco pero éste no contestó y es posible que no conteste.

Final
Durante el año transcurrido desde la muerte de Nisman, el macrismo intentó silenciar las revelaciones respecto de la asombrosa riqueza oculta de Nisman, de sus viajes permanentes con distintas modelos cuando se suponía que estaba trabajando y, sobre todo, de los vínculos con la derecha republicana e israelí. Los familiares de las víctimas de la AMIA eran muy críticos de la labor del fiscal al punto que pidieron su apartamiento porque consideraron que “viaja mucho y trabaja poco”, algo que dijeron públicamente en sus discursos.
Hoy no sólo se lo trata de convertir en héroe sino que su muerte pretende utilizarse con el mismo sentido político que antes del deceso, contra el kirchnerismo y en línea con los sectores más conservadores de Washington y Jerusalem. Una pieza vital en el esquema es tratar de llevar el expediente al fuero federal y convertirlo en una historia de suposiciones sin comprobación posible, acallando la montaña de evidencias que –al menos hasta hoy– demuestran que Nisman se disparó a sí mismo.
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Cómo llegó al suicidio Nisman.
Por Leopoldo Moreau
Lo importante es remitirnos a cuáles fueron las circunstancias que llevaron al indudable suicidio de Nisman. Y los hechos hablan por sí solos y son más que
contundentes. Nisman fue impulsado a presentar la denuncia por quienes lo controlaban y le pagaban. En este caso, Stiuso y el mencionado servicio extranjero. La denuncia, que venía siendo gestada desde hacía mucho tiempo, tenía por objeto ser presentada hacia fines de febrero para que sirviera de antesala a la visita del premier israelí Netanyahu al Capitolio, para que éste tuviera un elemento más con el cual boicotear la política de apertura de la Administración Obama con respecto a Irán. La presentación de Nisman se precipitó para los primeros días de enero porque alguien lo llamó al exterior para decirle que estaban por apartarlo de la Fiscalía (que, dicho sea de paso, era una extraordinaria fuente de poder y de dinero, que él manejó durante años a su arbitrio). Así las cosas, Nisman se apresuró y esa fue su primera equivocación fatal. Los que habían alimentado su paranoia y exhibicionismo le hicieron creer que, el día que presentara la denuncia contra la Presidenta de la Nación, automáticamente se iba a transformar en un héroe nacional y que un portaaviones norteamericano llegaría a la Argentina para llevar presa a la Presidenta y que él sería recibido en un desfile triunfal por la Quinta Avenida de Nueva York. Nada de eso ocurrió. En realidad, ocurrió todo lo contrario. Dos jueces federales: Servini de Cubría y Ariel Lijo, en ese orden, ni siquiera se dignaron, por la inconsistencia de la presentación del ex fiscal, a hacer lugar al levantamiento de la feria judicial. Y, particularmente, Canicoba Corral, juez de la causa AMIA, dijo que era una denuncia dictada por agentes de inteligencia. Finalmente, el juez Daniel Rafecas la desestimó totalmente por carecer de pruebas y objeto procesal. Pero el golpe más duro provino del exterior. Precisamente, de donde Nisman creyó que obtendría mayores respaldos. El ex titular de Interpol Ronald Noble lo ridiculizó, dirigiéndose directamente a su persona y diciéndole que mentía a sabiendas porque el gobierno argentino jamás había promovido el levantamiento de las alertas rojas. Por supuesto, Nisman fue inmediatamente endiosado y utilizado por algunos representantes de la oposición y de los medios hegemónicos, que a medida que pasaban los días y quedaba en evidencia que su denuncia se deshacía en el ridículo intentaron ponerle un respirador con una audiencia show convocada para el 19 de enero del 2015 en el Congreso Nacional. En ella, supuestamente, Nisman iba a revelar las pruebas de su “tremebunda” denuncia. Las autoras de esa maniobra fueron las entonces diputadas Patricia Bullrich y Laura Alonso y el medio hegemónico embarcado en el mismo objetivo, ya sabemos todos de cuál se trata. Este paso fue el segundo hecho fatal con el que tropezó Nisman, porque llegado el fin de semana previo al encuentro, el bloque del FpV logró que el mismo se transformara de secreto en público y,
allí, Nisman entró en pánico.
Por eso sus desesperadas llamadas en las horas previas a la audiencia a Stiuso y a otros agentes del servicio de inteligencia para que le proporcionaran las pruebas que no tenía. Cuando llegó a la conclusión de que ya no había héroe ni denuncia y de que, además, lo habían abandonado, no soportó la presión y la soledad. Y allí es donde comete el tercer error fatal: comunicarles a las diputadas que en esas condiciones no se iba a presentar en el Congreso. De ahí en más los aprietes se le hicieron insoportables. Por un lado, la diputada Bullrich le decía que si no asistía le asestaba un golpe mortal a la oposición que había jugado todas sus cartas a favor de la denuncia. Por el otro, los agentes de inteligencia, como fue el caso de Mazino, lo asustaban diciéndole que el FpV desnudaría todas sus debilidades y que iba a tener que dar cuenta de sus oscuros manejos respecto a los fondos que le habían sido asignados y sobre otras cuestiones. Efectivamente, en esas horas de soledad y abandono, Nisman advirtió que estaba entre la espada y la pared y que si no iba al Congreso quedaba en un ridículo absoluto y que si iba se conocería lo mismo que se conoció después de su muerte: la existencia de cuentas secretas donde le depositaban fuertes sumas de dinero algunos de los servicios extranjeros y locales, como así también fondos provenientes de extraños financistas. También imaginó que no iba a poder ocultar las propiedades que había adquirido en el exterior ni tampoco la parte del sueldo que se llevaba de algunos de sus empleados o la cantidad de infinitos viajes que hizo por el mundo con los dineros públicos que le habían asignado para investigar la muerte de 87 argentinos. Y ahí llega la cuarta y última decisión fatal: pedirle primero el arma a uno de sus custodios, y ante la negativa de éste, obtenerla de otro colaborador.

Los que indujeron el suicidio de Nisman, a un año de su muerte, quieren utilizarlo ahora para una espuria maniobra de desprestigio político, que según ellos, debería recaer sobre la ex Presidenta de la Nación para producirle un daño irreparable que, según entienden, no alcanzan a producirle las denuncias de supuesta corrupción.
Nota completa



La versión de la expresidenta.

Aunque, como es evidente por todas nuestras propias notas sobre el tema, no coincidimos con el análisis de la expresidenta sobre la causa de la muerte del fiscal Nisman, reproducimos a modo de yapa, y para terminar con la falacia de que Cristina Fernández en las únicas dos cartas que publicó en las redes sobre la muerte de Nisman se contradijo con respecto a la causa de la misma (suicidio o muerte), este humilde servidor público reproduce la primera de ellas, en las que la entonces presidenta pone en duda que Nisman se haya suicidado y sugiere lo contrario, al poner la palabra suicido entre signos de pregunta, como se ve en la reproducción que sigue:



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Para quien no esté seguro aún de lo que afirmamos, debido al intenso machacar de los medios de difusión hegemónicos al respecto, pretendiendo instalar la contradicción de la expresidenta, brindamos también los enlaces al Facebook de CFK y una nota del diario La Nación donde se observa la palabra mencionada entre signos de pregunta:

AMIA. Otra vez: tragedia, confusión, mentira e interrogantes.

Cristina Kirchner publicó una carta sobre la muerte de Alberto Nisman: "¿Qué fue lo que llevó a una persona a tomar la terrible decisión de quitarse la vida?"



Como hemos visto, la muerte de Nisman no pudo ser otra cosa que un suicidio, como lo explica el expediente judicial hasta ahora y como lo dirá la justicia algún día. Cuándo sea parece estar en manos el macrismo, tanto por acción de su pata política como de su pata judicial, que parece funcionar en sincronismo perfecto con la primera con el objetivo último de manchar todo lo posible el prestigio nacional e internacional de la expresidenta. Si lo logra o no, lo veremos en unos meses.



Recopilación de todas las notas de Basurero Nacional sobre el meneado tema de los casos AMIA y Nisman:

De fiscal títere de los servicios de inteligencia y "la embajada" a mártir antikirchnerista de los medios.
AMIA, hipótesis B (¿osada?): si Irán no fue ¿en qué queda la denuncia de Nisman?
AMIA, Hipótesis B: si no fue Irán... (II). ¿A quién beneficia la muerte de Nisman?
AMIA, Hipótesis B: Si no fue Irán... (III). Se derrumba la Hipótesis A de Galeano-Nisman-EE.UU-Israel y compañía...
Caso Nisman/AMIA: Cuando se caen las caretas, aparecen los intereses políticos y económicos de siempre.
Caso Nisman/AMIA, último capítulo: La "falacia del francotirador".
WikiNismanLeaks: ¿Fiscal mártir antikirchnerista o corrupto operador de los servicios abandonado a su suerte?
La espectacular "denuncia" del fiscal Nisman contra Cristina Fernández, para la Justicia resultó ser... papel picado.
La denuncia de Nisman y el realismo mágico: "Crónica de un desestimiento anunciado"...
Epílogo. (Casi) Todo sobre el caso del fiscal Nisman, o Nisman vs Nisman.


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