Basurero Nacional ofrece aquí un "mezcladito" de noticias recicladas, generalmente ignoradas por los medios hegemónicos, a modo de aperitivo para analizar y poner a prueba lo que muchos "expertos", algunos aventurados y demasiados vivos suelen afirmar como verdad revelada para fijarlo en nuestro "sentido común". En fin, para utilizar esa saludable costumbre "basurera" de dudar...
(Mezcladito: preparado elaborado a partir de la mezcla del sobrante de bebidas alcohólicas, en botellas y vasos, consumidas durante un baile o show popular y puesto a la venta a valores muy accesibles.)
Vayamos al Mezcladito Basurero de hoy:
En Grecia ya se habla de barrios fantasmas.
A partir de la crisis, mucha gente vive en autos abandonados y en la calle.
Las zonas de la ciudad en las que vivía la clase media, hoy están deshabitadas. Uno de cada cuatro negocios está quebrado y los jubilados se alimentan de los restos que los mercados dejan en los tachos de basura.
En una polvorienta calle de una antigua zona de fábricas en el centro de Atenas, convertida en los años anteriores en un barrio de moda para la clase media, Lambros señala avergonzado un viejo automóvil al que, desde hace varios meses, llama su hogar. Lambros, que no quiere ver publicado su nombre completo, creía que lo peor le había ocurrido ya con la muerte de su esposa. Pero después llegó la crisis económica, y con el desplome del sector de la construcción, el diseñador de interiores perdió el trabajo.
Luego perdió su apartamento y tuvo que deambular un tiempo por las calles antes de encontrar espacio en un refugio para los sin techo de la capital griega. “Es difícil imaginarse que tuve alguna vez una vida completamente diferente a esta”, dice el griego de 55 años. “Un día tuve trabajo, podía pagar mi alquiler y al día siguiente me vi viviendo en mi coche.” Su historia es similar a la de un creciente número de desalojados en toda Grecia.
Activistas de Klimaka, una organización no gubernamental que ofrece apoyo a los sin techo, dicen que el número de desamparados creció un 25% en los dos últimos años, un índice impactante en un país con una marcada tradición familiar. Anta Alamanou, coordinador del programa de Klimaka para los sin techo, cuenta que cada semana unas 200 personas llegan a la entidad para ducharse y recibir comida, primeros auxilios y ropa limpia. En un comedor cercano, unas 3000 personas hacen cola cada día para recibir un plato de comida caliente. Una década atrás, el lugar recibía a unos 75 visitantes diarios. “El número de gente sin hogar creció debido a la crisis del año pasado, y su perfil también cambió. Son gente que vivía una vida normal, muchas veces profesionales, pero que ahora se encuentra en situación de calle”, explica Alamanou. Con una tasa de desempleo de casi 17%, los nuevos sin techo vienen de todos los segmentos sociales, e incluyen a los que trabajan en ocupaciones estacionales vinculadas al turismo, por ejemplo. “Son hombres de mediana edad, que están en sus años productivos, o quienes están por jubilarse”, dice Alemanou.
Nota completa
Los "indignados" toman las calles de las principales ciudades del mundo.
Las principales capitales del mundo vivieron este sábado una ola de protestas, inspiradas por el movimiento de Nueva York "Occupy Wall Street" y por los "indignados" de España.
En Roma, donde se llevó a cabo la jornada de protesta más grande, al menos 70 personas resultaron heridas (tres de gravedad) cuando la policía antidisturbios se enfrentó con gas lacrimógeno y ráfagas de agua a quienes rompieron las vitrinas de bancos y almacenes.
"Unidos en una sola voz, les dejaremos saber a los políticos y a las élites financieras para las que trabajan que depende de nosotros, el pueblo, decidir nuestro futuro", argumentaron.
Decenas de miles de personas habían llegado a las calles de Roma para protestar pacíficamente.
Las imágenes en televisión mostraban avenidas colmadas de manifestantes cerca del Coliseo, ondeando pancartas.
Sin embargo, unos participantes vestidos de negro se infiltraron en la protesta y destruyeron las fachadas de varias propiedades. Unas oficinas del ministerio de defensa de Italia y tres carros fueron incendiados y también hubo daños en cajeros automáticos y vitrinas de bancos y almacenes.
Influenciados por el reciente movimiento "Occupy Wall Street", las protestas comenzaron el sábado en Oceanía y progresivamente se han ido esparciendo a Asia y Europa hasta llegar a Nueva York, donde comenzó la indignación y donde hay miles de personas reunidas.
En Londres, un millar de ciudadanos trató de llegar a la Bolsa de Valores, pero fue detenido por la policía y en Dublín, unas 400 personas marcharon hasta un hotel donde se hospedaba una delegación de funcionarios europeos que están involucrados en el rescate financiero de ese país, según informó el diario Irish Times.
Horas antes, Nueva Zelanda y Australia también registraron la presencia de ciudadanos en las calles. En Sydney, unas 2.000 personas -incluyendo miembros de grupos aborígenes, comunistas y sindicales- se dirigieron a las afueras del Banco Central de ese país.
En Asia se registraron marchas en Filipinas, Corea del Sur, Taiwán y Hong Kong.
En las principales ciudades de Estados Unidos también ha habido protestas, así como en algunas latinoamericanas.
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(Mezcladito: preparado elaborado a partir de la mezcla del sobrante de bebidas alcohólicas, en botellas y vasos, consumidas durante un baile o show popular y puesto a la venta a valores muy accesibles.)
Vayamos al Mezcladito Basurero de hoy:
En Grecia ya se habla de barrios fantasmas.
A partir de la crisis, mucha gente vive en autos abandonados y en la calle.
Las zonas de la ciudad en las que vivía la clase media, hoy están deshabitadas. Uno de cada cuatro negocios está quebrado y los jubilados se alimentan de los restos que los mercados dejan en los tachos de basura.
En una polvorienta calle de una antigua zona de fábricas en el centro de Atenas, convertida en los años anteriores en un barrio de moda para la clase media, Lambros señala avergonzado un viejo automóvil al que, desde hace varios meses, llama su hogar. Lambros, que no quiere ver publicado su nombre completo, creía que lo peor le había ocurrido ya con la muerte de su esposa. Pero después llegó la crisis económica, y con el desplome del sector de la construcción, el diseñador de interiores perdió el trabajo.
Luego perdió su apartamento y tuvo que deambular un tiempo por las calles antes de encontrar espacio en un refugio para los sin techo de la capital griega. “Es difícil imaginarse que tuve alguna vez una vida completamente diferente a esta”, dice el griego de 55 años. “Un día tuve trabajo, podía pagar mi alquiler y al día siguiente me vi viviendo en mi coche.” Su historia es similar a la de un creciente número de desalojados en toda Grecia.
Activistas de Klimaka, una organización no gubernamental que ofrece apoyo a los sin techo, dicen que el número de desamparados creció un 25% en los dos últimos años, un índice impactante en un país con una marcada tradición familiar. Anta Alamanou, coordinador del programa de Klimaka para los sin techo, cuenta que cada semana unas 200 personas llegan a la entidad para ducharse y recibir comida, primeros auxilios y ropa limpia. En un comedor cercano, unas 3000 personas hacen cola cada día para recibir un plato de comida caliente. Una década atrás, el lugar recibía a unos 75 visitantes diarios. “El número de gente sin hogar creció debido a la crisis del año pasado, y su perfil también cambió. Son gente que vivía una vida normal, muchas veces profesionales, pero que ahora se encuentra en situación de calle”, explica Alamanou. Con una tasa de desempleo de casi 17%, los nuevos sin techo vienen de todos los segmentos sociales, e incluyen a los que trabajan en ocupaciones estacionales vinculadas al turismo, por ejemplo. “Son hombres de mediana edad, que están en sus años productivos, o quienes están por jubilarse”, dice Alemanou.
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Los "indignados" toman las calles de las principales ciudades del mundo.
Las principales capitales del mundo vivieron este sábado una ola de protestas, inspiradas por el movimiento de Nueva York "Occupy Wall Street" y por los "indignados" de España.
En Roma, donde se llevó a cabo la jornada de protesta más grande, al menos 70 personas resultaron heridas (tres de gravedad) cuando la policía antidisturbios se enfrentó con gas lacrimógeno y ráfagas de agua a quienes rompieron las vitrinas de bancos y almacenes.
"Unidos en una sola voz, les dejaremos saber a los políticos y a las élites financieras para las que trabajan que depende de nosotros, el pueblo, decidir nuestro futuro", argumentaron.
Decenas de miles de personas habían llegado a las calles de Roma para protestar pacíficamente.
Las imágenes en televisión mostraban avenidas colmadas de manifestantes cerca del Coliseo, ondeando pancartas.
Sin embargo, unos participantes vestidos de negro se infiltraron en la protesta y destruyeron las fachadas de varias propiedades. Unas oficinas del ministerio de defensa de Italia y tres carros fueron incendiados y también hubo daños en cajeros automáticos y vitrinas de bancos y almacenes.
Influenciados por el reciente movimiento "Occupy Wall Street", las protestas comenzaron el sábado en Oceanía y progresivamente se han ido esparciendo a Asia y Europa hasta llegar a Nueva York, donde comenzó la indignación y donde hay miles de personas reunidas.
En Londres, un millar de ciudadanos trató de llegar a la Bolsa de Valores, pero fue detenido por la policía y en Dublín, unas 400 personas marcharon hasta un hotel donde se hospedaba una delegación de funcionarios europeos que están involucrados en el rescate financiero de ese país, según informó el diario Irish Times.
Horas antes, Nueva Zelanda y Australia también registraron la presencia de ciudadanos en las calles. En Sydney, unas 2.000 personas -incluyendo miembros de grupos aborígenes, comunistas y sindicales- se dirigieron a las afueras del Banco Central de ese país.
En Asia se registraron marchas en Filipinas, Corea del Sur, Taiwán y Hong Kong.
En las principales ciudades de Estados Unidos también ha habido protestas, así como en algunas latinoamericanas.
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España y Portugal no quieren que los asocien con Grecia e Italia.
Como dice el corresponsal de asuntos económicos de la BBC Chris Morris, si algo no quiere ningún país europeo por estos días es ser el centro de atención. Y ese es el caso en la península ibérica, donde España y Portugal intentan no quedar demasiado cerca de la línea de fuego grecorromana.
Portugal intenta no quedar asociado a Grecia cuando se habla de rescates, y cuando el tema de conversación es el temido contagio, apunta Morris, España intenta tomar distancia de Italia.
Cuando los ministros de economía de la eurozona se reunieron hace unos días, Portugal y su compañera de rescate, Irlanda, recibieron una palmada en la espalda que insinuaba que se estaban portando mejor que Grecia.
Pero si Grecia entra en cesación de pagos (para muchos no se trata de "si" sino de "cuándo"), ¿podrá Portugal evitar el mismo destino? Parece difícil. Ni Portugal ni España tienen, en términos porcentuales, tanta deuda soberana como Grecia o Italia. Pero sí tienen bancos vulnerables y enormes deudas en el sector privado, cada vez más difíciles de controlar.
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Como dice el corresponsal de asuntos económicos de la BBC Chris Morris, si algo no quiere ningún país europeo por estos días es ser el centro de atención. Y ese es el caso en la península ibérica, donde España y Portugal intentan no quedar demasiado cerca de la línea de fuego grecorromana.
Portugal intenta no quedar asociado a Grecia cuando se habla de rescates, y cuando el tema de conversación es el temido contagio, apunta Morris, España intenta tomar distancia de Italia.
Cuando los ministros de economía de la eurozona se reunieron hace unos días, Portugal y su compañera de rescate, Irlanda, recibieron una palmada en la espalda que insinuaba que se estaban portando mejor que Grecia.
Pero si Grecia entra en cesación de pagos (para muchos no se trata de "si" sino de "cuándo"), ¿podrá Portugal evitar el mismo destino? Parece difícil. Ni Portugal ni España tienen, en términos porcentuales, tanta deuda soberana como Grecia o Italia. Pero sí tienen bancos vulnerables y enormes deudas en el sector privado, cada vez más difíciles de controlar.
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Karl Marx tenía razón.
Karl Marx pudo haberse equivocado con el comunismo pero, en lo que se refiere al capitalismo, mucho de lo que dijo resultó ser correcto, como señala el filósofo John Gray, quien escribió este artículo para la BBC.
Como efecto secundario de la crisis financiera, más y más gente está dándose cuenta de que Karl Marx estaba en lo cierto.
El gran filósofo alemán del siglo XIX, economista y revolucionario, pensaba que el capitalismo era radicalmente inestable.
Tenía incorporada la tendencia de producir auges y colapsos cada vez más grandes y profundos y, a largo plazo, estaba destinado a destruirse a sí mismo.
A Marx le complacía esa característica: estaba seguro de que habría una revolución popular, la cual engendraría un sistema comunista que sería más productivo y mucho más humano.
Marx erró en lo que se refiere al comunismo. Pero su percepción de la revolución del capitalismo fue proféticamente acertada.
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Stiglitz: la austeridad no es el camino en Europa.
La rebaja de calificación de Italia por parte de la agencia Moody's es el último eslabón en la cadena de la crisis financiera. ¿Cómo ve la situación general Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economia, antiguo economista jefe del Banco Mundial y gran crítico de la globalización?
La mayor parte de los economistas creía que cuando se puso en marcha el euro, la tarea no había sido completada. Los políticos europeos habían sacado todos los mecanismos de ajuste y no pusieron nada en su lugar.
Lo que hicieron en términos fiscales fue suscribir el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que era un acuerdo para la recesión más que para el crecimiento, pues limitar el déficit cuando estás en problemas es una receta para el enfriamiento de la economía, que es lo que está pasando en Grecia.
Así que la cuestión siempre fue si cuándo se diera una crisis podrían terminar la tarea. Me parece que el jurado sigue deliberando sobre este punto.
En el largo plazo, van a necesitar bonos europeos y diversas acciones más, y tendrán que reconocer que el marco de austeridad no es el camino a seguir.
"No he visto nada en forma de ayuda al crecimiento como oposición a la asistencia en la austeridad para afrontar su escasez de presupuesto. No soy muy optimista que eso servirá para evitar la suspensión de pagos".
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Karl Marx pudo haberse equivocado con el comunismo pero, en lo que se refiere al capitalismo, mucho de lo que dijo resultó ser correcto, como señala el filósofo John Gray, quien escribió este artículo para la BBC.
Como efecto secundario de la crisis financiera, más y más gente está dándose cuenta de que Karl Marx estaba en lo cierto.
El gran filósofo alemán del siglo XIX, economista y revolucionario, pensaba que el capitalismo era radicalmente inestable.
Tenía incorporada la tendencia de producir auges y colapsos cada vez más grandes y profundos y, a largo plazo, estaba destinado a destruirse a sí mismo.
A Marx le complacía esa característica: estaba seguro de que habría una revolución popular, la cual engendraría un sistema comunista que sería más productivo y mucho más humano.
Marx erró en lo que se refiere al comunismo. Pero su percepción de la revolución del capitalismo fue proféticamente acertada.
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Stiglitz: la austeridad no es el camino en Europa.
La rebaja de calificación de Italia por parte de la agencia Moody's es el último eslabón en la cadena de la crisis financiera. ¿Cómo ve la situación general Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economia, antiguo economista jefe del Banco Mundial y gran crítico de la globalización?
La mayor parte de los economistas creía que cuando se puso en marcha el euro, la tarea no había sido completada. Los políticos europeos habían sacado todos los mecanismos de ajuste y no pusieron nada en su lugar.
Lo que hicieron en términos fiscales fue suscribir el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que era un acuerdo para la recesión más que para el crecimiento, pues limitar el déficit cuando estás en problemas es una receta para el enfriamiento de la economía, que es lo que está pasando en Grecia.
Así que la cuestión siempre fue si cuándo se diera una crisis podrían terminar la tarea. Me parece que el jurado sigue deliberando sobre este punto.
En el largo plazo, van a necesitar bonos europeos y diversas acciones más, y tendrán que reconocer que el marco de austeridad no es el camino a seguir.
"No he visto nada en forma de ayuda al crecimiento como oposición a la asistencia en la austeridad para afrontar su escasez de presupuesto. No soy muy optimista que eso servirá para evitar la suspensión de pagos".
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