Basurero Nacional ofrece aquí un "mezcladito" de noticias recicladas, generalmente ignoradas por los medios hegemónicos, a modo de aperitivo para analizar y poner a prueba lo que muchos "expertos", algunos aventurados y demasiados vivos suelen afirmar como verdad revelada para fijarlo en nuestro "sentido común". En fin, para utilizar esa saludable costumbre "basurera" de dudar...(Mezcladito: preparado elaborado a partir de la mezcla del sobrante de bebidas alcohólicas, en botellas y vasos, consumidas durante un baile o show popular y puesto a la venta a valores muy accesibles.)
Vayamos al Mezcladito Basurero de hoy:
El nivel de desigualdad en Estados Unidos es mayor que en Argentina.
Más de 46 millones de habitantes son pobres y hay indicadores propios de países subdesarrollados: los más ricos viven 6,5 años más que los desposeídos, y una persona muere cada 12 minutos por no tener seguro médico.
No extraña entonces que la CIA, en su World Factbook (Libro de Datos del Mundo), califique la falta de equidad social de su país por debajo de la Argentina, Nicaragua o Venezuela (ver recuadro). “Tenemos los mayores niveles de desigualdad desde la Gran Depresión” de la década del ’30, aceptó el presidente Barack Obama en una entrevista con The New York Times.
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Los indignados frente a la Casa Blanca presionan a Obama
Generado por unos pocos jóvenes "indignados" que el 17 de septiembre iniciaron un campamento a manera de protesta en Nueva York, el movimiento "Occupy Wall Street" no sólo creció, sino que tornó cada vez más fuerza.
En su lucha contra la desigualdad económica, en muy pocos días, los "indignados" estadounidenses no solo muestran su fuerza, sino que además se exhiben organizados, ya que ofrecen asistencia médica y legal y hasta publican su propio diario.
Su objetivo es que desde la plaza ubicada entre la Casa Blanca y el Congreso, el gobierno de Barack Obama y los legisladores escuchen sus reclamos para que los ricos y las corporaciones perciban impuestos y para finalizar la guerra, traer de regreso a las tropas y reducir el gasto militar.
Además, buscarán terminar con la "asistencia social a las corporaciones" petroleras y otras compañías, así como impulsar la generación de empleos y una economía más favorable al medioambiente, según informó la cadena televisiva CNN.
El sábado, más de 700 personas fueron detenidas en Nueva York cuando los "indignados" bloquearon el tránsito en el puente de Brooklyn.
A fin de evitar nuevos incidentes, la agrupación "Octubre 2011" desarrolló esta semana talleres de instrucción contra la violencia y antes de la marcha tenía previsto explicar las leyes de Washington respecto a las acciones directas de no-violencia.
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Michael Moore
Nueva York tiene ocho millones de habitantes; un millón vive en la pobreza. Es una vergüenza. Y, sin embargo, el sistema no se detiene aquí. Por mucha vergüenza que podamos sentir, la maquinaria va hacia adelante, para hacer más dinero. Nuevas maneras de hacer trampa con las jubilaciones, de robar aún más. Pero algo está sucediendo en la Plaza Libertad.
Estuve en la plaza para realizar un par de notas. Y volveré. ¿Saben? Están haciendo un gran trabajo ahí. Y están recibiendo aún más apoyo. La otra noche, el sindicato de empleados de transportes –los conductores de ómnibus, los conductores de la metropolitana– votaron con entusiasmo para sostener la protesta. Hace tres días, 700 pilotos de línea –sobre todo de United y Continental– marcharon por Wall Street. No sé si hubo forma de ver esto en televisión. Sé cómo estuvo la cobertura aquí; se mostró a unos cuantos hippies tocando sus tambores… las cosas típicas que buscan los diarios. Por favor: ¡Dios bendiga a los hippies que tocan sus tambores! Pero ellos quieren que se vea sólo eso.
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No hagan olas.
El 15 de septiembre se cumplió un nuevo aniversario de la caída de Lehmann Brothers.
En distintos medios, incluso en la Argentina, se sugiere que la crisis mundial es principalmente una cuestión europea, excluyendo a los Estados Unidos.
La economía de EE.UU. experimentó la recesión más larga de su historia desde la posguerra, con dieciocho meses seguidos de caída o bajo crecimiento.
Se tiende a minimizar la raíz económica de la crisis, que podría llevar al cuestionamiento del propio capitalismo estadounidense.
El fondo de la cuestión, emitiendo moneda o aumentando su déficit, es que EE.UU. está dañando la economía mundial y la suya.
Teniendo en cuenta que solamente en 160 años hubo en tres ocasiones una situación parecida, la idea de que no existen turbulencias económicas en el gigante estadounidense parece errada. Más aún: la tasa de empleo cayó del 64,7 por ciento en 2005 al 58,1 de la población total en 2010, y actualmente el desempleo supera el 9 por ciento.
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Llueven elogios a la receta “Argentina” y arrecian críticas contra la política de ajuste.
Prestigiosos expertos siguen destacando la política de expansión de la demanda e inclusión social. Por su parte, los países del norte hacen agua con sus iniciativas que impulsan la reestricción del gasto y la reducción de empleos. No obstante, los EE UU y España ya empiezan a bosquejar propuestas que gravan a los más ricos y alivian el peso fiscal de la clase media.
El interés por el modelo argentino trasciende ideologías y regiones. El titular de la AEDA, el economista Matías Kulfas, fue invitado por la Universidad de Harvard para exponer las claves de la política oficial. Cuando este cronista se comunicó con Mario Blejer para solicitarle la opinión que ilustra esta nota, el economista comentó que, “casualmente me encuentro en Londres invitado por Bloomberg y la BBC porque tienen interés en escuchar cómo son las cosas en la Argentina. Ellos tienen un vacío muy fuerte en términos de coherencia.”
Consultado sobre la justeza de los halagos, Héctor Valle, economista de FIDE, explicó que “los elogios resultan de un análisis objetivo de los hechos. La economía creció al 8 o 9% anual durante una década, el doble del promedio regional. Es algo evidente para quien no tenga las anteojeras del modelo neoliberal.”
Acerca de los motivos, el economista señaló que “existe una combinación de buenas condiciones internacionales con políticas dirigidas al desarrollo del mercado interno. Los precios de los metales crecieron más que los de la soja y, sin embargo, los países productores de la región crecieron la mitad que la Argentina.”
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