3 de julio de 2013

Massa ya avanza, amasa las masas. ¿Massa arrastra a las masas K a la cancha? ¿Alcanzan las ganas para ganar la Cámara?

Ante el revuelo que causó el posible y luego confirmado lanzamiento de la candidatura a diputado nacional del intendente de Tigre, Sergio Massa, este humilde basurero recolectó en su habitual recorrida por los desperdicios de los medios varios textos que reproducimos aquí:
 


Massa, un cisma que adelanta el poskirchnerismo.
Esas reglas demuestran que el desvelo principal de la señora de Kirchner es la irrupción de Sergio Massa en la competencia bonaerense. Massa eligió la indeterminación como vector de su carrera porque pretende provocar una transferencia de votos desde el kirchnerismo al poskirchnerismo. Las encuestas le estarían indicando que sin ese traspaso es imposible el triunfo. Esos sondeos revelan que hay una corriente caudalosa de votantes que espera que la gestión social de los últimos años no sea cancelada.
El riesgo que Massa representa para ella no es, si sirviera la metáfora, el del pagano, sino el del hereje. Massa no profesa otra religión. Modula la misma fe, pero en otros términos.
Massa no está ejecutando una parodia del oficialismo. Massa lidera un cisma. Su operación excede la virtualidad del discurso. Tiene efectos materiales en el aparato de poder.
La Presidenta insiste en asentar una mole de poder sobre un solo punto: su aparato fonador. El experimento Massa le debería estar avisando, cualquiera sea su destino electoral, que se ha abierto un grieta en esa audaz arquitectura.
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Una candidatura que podría cambiar la política.
Massa puso en práctica un recurso novedoso para tomar las más importantes decisiones políticas de su vida. Al revés de otros políticos, que consultan con sus asesores o con su familia, Massa se respalda en los intendentes bonaerenses que creen en él. No son pocos ni todos piensan lo mismo, aunque hay una mayoría clara a favor de que su líder se postule este año como candidato a diputado nacional. Por fin, uno de ellos podría llegar al gobierno nacional. Muchos intendentes reconocen en Massa, también, al último salvavidas de sus existencias políticas
El proyecto tiene argumentos aferrados a la realidad. Las actuales encuestas señalan que Massa ganaría por amplio margen la provincia de Buenos Aires, por encima de cualquier variante cristinista u opositora. Eso cambiaría todo, suele concluir Mauricio Macri.
Massa es un fenómeno político extraño. Se resiste a la presencia constante en los medios periodísticos nacionales, pero su popularidad se extiende a todo el país, según la unánime medición de las encuestadoras. Su despacho en Tigre es como un santuario hacia donde peregrinan políticos, empresarios y sindicalistas. ¿Qué hará? ¿Se presentará ahora, ganará y se postulará de inmediato a la presidencia de la Nación? ¿O, en cambio, hará una escala antes como candidato a gobernador?
Vamos por parte. Massa no le anunció a ninguno de sus interlocutores si participará de las próximas elecciones. Primero les describe a sus interlocutores por qué no debería ser candidato. El núcleo central de su argumentación es el temor a defraudar al electorado. La gente quiere una solución para sus problemas de hoy. Votará una solución, pero yo no se la podré dar desde la Cámara de Diputados , les dice. Parece que la respuesta es no.
¿Y entonces por qué piensa que debería aceptar?, le repreguntan. Hay una crisis en la dirigencia opositora. El Gobierno está en un ciclo político concluido y el tren de la historia pasa una sola vez , le respondió a un influyente empresario con el que se vio el viernes. La respuesta parece cambiar. En esa vacilación entre la necesidad política de no ser y la oportunidad histórica de ser, la oportunidad podría ganarle a la necesidad. ¿Qué político dejaría pasar el tren de la historia cuando éste se detuvo en la puerta de su casa? , resumió un de sus últimos oyentes.
La segunda parte consiste en que ya decidió que no se distraerá pujando por la gobernación bonaerense. Participando o no de las elecciones de este año, su proyecto es definitivamente presidencial. Más aún: sólo sería candidato a diputado en los próximos meses como un salto inmediato hacia la lucha por la principal poltrona política del país. Dicen que hace unos seis meses le ofreció un plan común a Daniel Scioli. Podrían haber ido ahora con una lista conjunta de diputados nacionales, Massa hubiera sido el próximo candidato a gobernador bonaerense y, Scioli, haberse convertido en el candidato presidencial de esa alianza. Scioli se demoró en contestar; la oportunidad pasó, irremediablemente.
El triunfo de Massa podría sepultar el proyecto presidencial de Scioli. Los intendentes que ahora son de Massa podrían irse con Scioli. El adversario de Massa es Scioli, no Cristina , subrayan al lado del intendente. El propio Francisco de Narváez debería revisar su estrategia electoral; Massa le gana en todas las encuestas. ¿Y si el electorado bonaerense se polarizara entre Massa y el oficialismo? ¿Hay lugar todavía para explorar un acuerdo entre Massa y De Narváez?
Si se presentara en las próximas semanas (extenderá hasta el límite el anuncio formal), su campaña rescatará algunas decisiones del ciclo kirchnerista y no se enfrentará ni a las operaciones que, sin duda, harán contra él. Las espera, pero no les responderá.
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Pero parece que Massa de tanto pendular entre espacios se convirtió en un paria en el contexto político actual:

Francisco De Narváez sostuvo que el ex jefe de Gabinete es "el kirchnerismo disfrazado" y Ricardo Alfonsín, quien recorrió junto a Margarita Stolbizer el municipio de Tigre, consideró que "El Frente Renovador es algo así como otro plan, no sé si el A o el B del kirchnerismo", sostuvo el ex candidato a presidente.
"Massa esconde la realidad de Tigre, lo que pasa no se compadece con lo que dice ni con lo que otros quieren vender de él", opinó la precandidata a diputada. Según su análisis, el municipio "tiene los indicadores sociales más bajos en la región" y está "bien abajo del ránking de medición sobre servicios de infraestructura a redes de agua potable, cloacas y gas en red".
Su compañero de fórmula reclamó que Massa "debe fijar posición" sobre los temas "que aún no se ha pronunciado" y sostuvo que el candidato del Frente Renovador "pactó" formar parte de "la interna del PJ".
En el mismo sentido se expresó el senador de la UCR Ernesto Sanz. "Massa representa hoy una parte del peronismo; no de la oposición", dijo el mendocino antes de asegurar que la oposición "está en otro lado".

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Para De Narváez, Massa es "el Caballo de Troya" del Gobierno.
El precandidato a diputado Francisco De Narváez volvió a criticar este sábado al intendente de Tigre, Sergio Massa, a quien calificó como "el Caballo de Troya de Cristina", al expresar que tenía un "buen lejos" pero "cuando tuvo que empezar a definirse sobre cuestiones centrales no dijo nada". 
Un día después de lanzar su campaña con vistas a las legislativas de octubre, De Narváez volvió a apuntar contra el intendente de Tigre al aseverar que "Massa es ella" por la mandataria y sentenció que los candidatos que lleva el jefe de Gabinete kirchnerista en su lista del Frente Renovador "son todos del Frente para la Victoria".
En el mismo sentido, remarcó que "no se sabe si Massa va a ser oficialista u opositor" y señaló que "él mismo admitió que lo va a definir en diciembre, cuando ya lo hayan votado".
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¿Cómo impacta la candidatura de Massa en el mapa electoral?

La decisión de Sergio Massa de competir por un lugar en Diputados atomiza aún más la oferta electoral de centroderecha. De Narváez enfrentará problemas para revalidar su lugar como referente de la oposición en Provincia. El kirchnerismo enfrenta un escenario distinto al de 2009.
En su entorno justificaban aquella hipótesis.
"Es un hombre de gestión, y la gestión es lo mejor que tiene para mostrar" decían y evaluaban que poco y nada le aportaría una banca en Diputados a este perfil. Daban casi por descartada la posibilidad de que fuera candidato y abonaban dos hipótesis: jugar dentro de las PASO del FPV con una lista encabezada por el intendente de Almirante Brown, Darío Giustozzi, opción que le permitía "mantener los pies dentro del plato" del oficialismo o bien jugar finalmente con una lista corta.
Sin embargo este sábado el hombre más buscado en las últimas semanas echó por tierra todas las especulaciones de las últimas semanas y decidió finalmente ser candidato a diputado nacional por el Frente Renovador.
Por ello la atomización del voto antikirchnerista de centroderecha que se anticipa para las PASO podría desaparecer de cara a las elecciones generales de octubre de modo que buena parte del electorado antikirchnerista termine por inclinarse por la fuerza más votada el 11 de agosto. Este escenario podría darse en caso de que una de las listas opositoras de centroderecha -se prevé que será la del Frente Renovador debido a la buena imagen positiva de Massa- muestre una fuerte ventaja con respecto a sus contendientes más afines. En caso de que ninguna de ellas muestre una fuerte ventaja sobre las otras la atomización persistirá en octubre mejorando las posibilidades del Frente para la Victoria de convertirse en la fuerza más votada.
Con su decisión, el doble juego de Massa llegó a su fin y se asume finalmente como opositor. La primera víctima de esta definición parece ser De Narváez. El diputado, que logró imponerse sobre la lista que encabezaba el ex presidente
Néstor Kirchner en las Legislativas de 2009, se verá en dificultades para revalidar el título de referente de la oposición en Provincia. En tanto Massa deberá mirarse en este espejo de cara a sus aspiraciones para 2015. Gran ganador en 2009, De Narváez muy lejos estuvo de alcanzar apenas dos años más tarde la gobernación de la provincia de Buenos Aires.
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"Hay una sobrevaloración de Massa muy grande. Su fortaleza no tiene que ver con lo electoral, sino con la intriga. A 24 horas del cierre de listas no se sabe si va a ser oficialista u opositor. ¡Eso es vender humo!", disparó la diputada nacional en una entrevista a La Nación.
Asimismo, opinó que al intendente de tigre "no le da para constituirse en un referente del nivel del que habla todo el mundo". Y añadió: "Aun cuando ganara la elección, sigo pensando que es un candidato sobrevaluado. Detrás de esas candidaturas siempre hay presiones económicas".

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"Si se lanza Massa, es el fin del kirchnerismo", dice Venegas
El secretario general del sindicato de peones rurales, Gerónimo "El Momo" Venegas, se sumó al coro de dirigentes del peronismo opositor que le reclama al intendente de Tigre, Sergio Massa, que se presente a las elecciones de octubre para competir con el oficialista Frente para la Victoria. Este viernes, el dirigente opinó que el ex jefe de Gabinete "garantiza el triunfo en la provincia de Buenos Aires" y marcaría "el fin del kirchnerismo".
"Es la oportunidad de terminar con el kirchnerismo; si Massa lanza, es el fin del kirchnerismo", insistió el sindicalista, y remarcó que, en ese escenario, el peronismo opositor tiene "garantizado el triunfo en la provincia de Buenos Aires".
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Pero ¿cuál es la verdadera incidencia de la candidatura de Massa? Veamos la opinión de algunos renombrados analistas políticos:
 
"Massa es un político exitoso con ideas desconocidas".
Recordemos: en primer término, un suspenso prolongadísimo. Hace alrededor de un mes y medio, la pregunta era: ¿se presenta?, ¿no se presenta?, ¿va a presentar a su mujer? O sea, reitero, todo el tinglado para un suspenso político. Pero si Massa pudo hacer eso y le salió bien, quiere decir que hay un corte neopolítico que, hasta el momento y según marcan las encuestas de opinión, le resulta no sé si simpático, atractivo o agradable a una porción relativamente importante de la ciudadanía. Entonces, lo que a mí más me perturba, si querés, es un corte de un político cuyas ideas generales son desconocidas; recién en las últimas horas dio a conocer las dos primeras: en primer término, que no está por la re-reelección.
También se sabía que es un hombre extremadamente eficaz en la presentación de una imagen, yo diría, hecha con mímica. Con gestos.
—Son detalles de una política pero, sin embargo, ayudan a pensar. Por ejemplo: la forma en que él diseña su presentación en el espacio público.
Pensé: "Esta es la imagen que Massa quiere poner". Y no es poco significativo. Creo que es más lo que Massa quiere mostrar como imagen pública que sus pronunciamientos políticos. Ahora, esto nos lleva a pensar en qué estado está la política en la Argentina. Es decir que uno de los políticos más exitosos (por lo menos en las encuestas) sea un hombre cuyo pensamiento político es desconocido.
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El segundo candidato a diputado nacional del flamante Frente Renovador Bonaerense, Darío Giustozzi, intentó explicarlo con una metáfora botánica. "Si aparece una fruta nueva como el arándano o el kiwi, para explicar su sabor uno dice se parece a la guinda, otro dice se parece a la frambuesa y otro a la uva, porque todavía no la conocen. Eso somos nosotros, lo nuevo."
Esto no parece muy novedoso, aunque sí congruente: el primer candidato de la misma lista e intendente de Tigre, Sergio Massa, viajó a Estados Unidos becado por el Partido Republicano y a España por el Partido Popular, según cuenta la biografía autorizada que publicó este año Santiago Campos. Sergio Massa. Es muy conocida su descripción del ex presidente Néstor Kirchner en una comida con la embajadora de Estados Unidos, Vilma Martínez, servida en noviembre de 2009 en casa del íntimo colaborador de Massa y hombre de negocios inmobiliarios dudosos Jorge O’Reilly. Menos se recuerdan otras afirmaciones de Massa en el mismo ágape. Según informó la embajadora a su gobierno, Massa, a quien describió como "pro estadounidense", dijo que los Kirchner no tenían posibilidad de retener el gobierno en 2011.
–¿Qué probabilidad les asigna?
–Cero –contestó Massa.
–¿Quién, entonces? –quiso saber la embajadora.
Reutemann –respondió Massa, de nuevo sin dudar.
Ante la curiosidad de su interlocutora, explicó que la estrategia de Reutemann de "volar bajo es prudente y no un error o un signo de indecisión". Con Reutemann silencioso, los Kirchner se concentran en pegarle al vicepresidente Cobos y al jefe de Gobierno porteño Macrì. "Este embate afectará a ambos potenciales oponentes a Reutemann. Cuando se largue la verdadera carrera, Reutemann estará bien colocado para obtener la candidatura peronista y arrollar al resto." Esa supuesta estrategia de Reutemann es la que Massa siguió ahora. Prudente vuelo bajo y silencio sobre sus intenciones hasta último momento, mientras todos los cascotazos caían sobre el techo de Daniel Scioli. Y ahora que se largó la carrera, convicción inconmovible de arrollar al resto. ¿Como Reutemann?
El librito de Santiago Campos carece de revelaciones espectaculares, pero suministra un perfil interesante sobre el estilo de construcción de Massa, quien comenzó su militancia en la Unión del Centro Democrático y cuyo modelo inspirador era Alberto Albamonte.
Fue asistente del concejal de la UCeDé Alejandro Keck, quien provocó un escándalo al levantarse de su banca durante un homenaje a los fusilados con el general Valle en 1956. La originalidad de Massa en ese contexto reaccionario fue reclutar militantes para la UCeDé en las gigantescas villas de San Martín y conseguir los colectivos para llevarlos a votar, lo cual le permitió ganar la interna. En 1994, se afilió al justicialismo, junto con dos amigos que lo acompañan hasta hoy,
En su primera elección interna como justicialista, apoyó a Graciela Camaño de Barrionuevo, que perdió frente al intendente Antonio Libonatti. Interrogada para el libro, Camaño lo describió como un Pacman, acaso despechada porque Massa la dejó y a través de Pablo Fontdevilla llegó hasta Gustavo Béliz, quien lo designó en el frente de juventud del Ministerio del Interior y a Palito Ortega, del que Massa fue asesor en el Ministerio de Desarrollo Social.
Además, en el triunvirato al que el gobierno de la Alianza confió el PAMI había un amigo suyo, Horacio Rodríguez Larreta, quien le permitió colocar a su colaborador Jorge Caubet en el PAMI de Tigre.
Perdió ante el vecinalismo las elecciones de 1999 y 2001, pero Duhalde lo designó director ejecutivo de Anses, donde Kirchner lo confirmó en 2003. Desde allí estrechó relaciones con el Grupo Clarín, al que intentó financiar el obligatorio soterramiento del cableado de Multicanal por 500 millones de pesos, acuerdo frustrado por su segundo en el organismo previsional, Amado Boudou, quien lo reportó a Kirchner.
Massa lo logró en 2007 en Tigre, a los 35 años, con una lista integrada por peronistas, radicales y vecinalistas. Pero al año siguiente pidió licencia para asumir como jefe de gabinete de ministros. No llegó a ocupar ese cargo ni un año, pero le bastó para negociar con el Grupo Clarín la ley que estableció una moratoria que le permitió refinanciar a diez años y con bajísimo interés todas sus deudas tributarias con el Estado.
La fortaleza de los renovadores es la indefinición, que les permite establecerse a los dos lados del territorio dividido entre kirchneristas y antikirchneristas. Pero no es obvio que consigan mantener esta ambigüedad durante los cuatro meses que faltan hasta las elecciones de octubre, en los que se les reclamarán definiciones. Lo más conveniente para ellos sería perpetuar el equívoco, y a eso apuestan. Conspiran contra ese intento las posiciones que van explicitando terceras partes, como el ex senador Eduardo Duhalde, quien en su incontenible rencor hacia el kirchnerismo hizo pública su predilección por Massa, o Francisco De Narváez, que lo atacó para colocarse como el único opositor.
En cambio para apoyarlo hay una sola lista aprobada por CFK. Tal vez por eso el gobierno ha reaccionado hasta ahora con más calma que la oposición, que ve con recelo la llegada de otro pescador dispuesto a lanzar el anzuelo en aguas revueltas pero poco pobladas. En cualquier caso, los renovadores mermarían su caudal respecto de las expectativas que los llevaron a concretar la lista.

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La candidatura de Sergio Massa es fruto de la autopercepción exageradamente positiva que el propio candidato tiene de sus posibilidades electorales en un escenario de supuesto fin de ciclo que por ahora existe en las tapa de los diarios opositores Clarín y La Nación, y adquiere frondosas certidumbres en un terreno personalísimo y extendido: el del propio narcisismo massista.
No hay mucho más que una egolatría desbordada, alentada por encuestas pagas y azuzada a conciencia por la prensa hegemónica, detrás del lanzamiento del Frente Renovador del intendente de Tigre. Hablar de "corazón peronista y cerebro modernista" para tratar de contener la alta imagen que cosechó con algo de astucia mientras no se definió en todo este tiempo como kirchnerista o antikirchnerista a través de sus apariciones en Crónica y América TV, es una táctica sin horizonte estratégico. Porque una cosa es la buena imagen, otra cosa es la intención de voto y otra, muy distinta, es la votación de verdad, el día que se habilitan las urnas.
Massa entró a jugar en la cancha con estudiada delicadeza pero amenaza con transformarse en un gliptodonte en una cristalería en cualquier momento, y cuando eso suceda va a ser muy raro que pueda contener a sirios y troyanos en un mismo proyecto. Si elige un perfil filokirchnerista, siempre hablando en términos de marketing político, pierde el voto opositor y beneficia a Francisco de Narváez, el único verdaderamente preocupado por su lanzamiento. Si su propuesta es netamente opositora, en cambio, resigna los votos del kirchnerismo social e inorgánico, que es mucho, aun en su distrito. Cuando se defina, entonces, Massa no va sumar. Va a restar.
Una propuesta sosa que atraiga a los menos decididos de ambos bandos se queda con los menos, no con los más. Así fue la experiencia de Hermes Binner y el FAP en la última elección.
Para que esa propuesta funcione, haría falta un kirchnerismo acorralado, en desbandada, sin iniciativa, al que todo le sale mal y con certificado de defunción a la vista. Y eso, así, descarnadamente descripto, con el dramatismo que conlleva, aparece en las páginas, las fotos y los epígrafes de los diarios que Massa elige leer, pero su lista de candidatos dice otra cosa: no hubo migración de cuadros y referentes relevantes del kirchnerismo al massismo, como él esperaba o le hicieron creer en la previa.
En síntesis, el reclutamiento de Massa no exhibe figuras rutilantes que prueben la crisis en el espacio kirchnerista, del modo que la describen cotidianamente en sus columnas Joaquín Morales Solá, Julio Blanck o Carlos Pagni. ¿Dónde hay ministros, gobernadores y espadas oficialistas que se hayan pasado de bando? El huracán Massa es apenas un silbido en la oscuridad de la noche del antikirchnerismo desahuciado.
La consistencia de su proyecto, la trasciende. El kirchnersimo es algo concreto, definible para el electorado. Se volvió atractivo para los que lo votan por convicción e igual de atrayente para los que sólo buscan una estabilidad conveniente.
La de Massa es una propuesta gaseosa y mediáticamente instalada en algunas franjas que suponen que el Tigre es el Parque de la Costa.
Es interesante volver sobre O’ Reilly. Protagoniza un capítulo revelador del libro ArgenLeaks, del periodista Santiago O’Donnell, que analiza los cables de la diplomacia estadounidense desclasificados por Wikileaks. En su página 209, puede leerse: "Otro cable filtrado por Wikileaks sugiere que, aún mientras estaba en funciones, Massa no ocultaba el profundo malestar que le causaba el gobierno del que formaba parte, y lo compartía abiertamente con su equipo de trabajo. El despacho cuenta cómo un asesor de Massa, Jorge O’Reilly, defenestró al gobierno delante de una delegación de inversores y de un diplomático estadounidense. Lo que más llamó la atención al autor del cable fue el lugar elegido para ensayar esas críticas, ya que O’Reilly las formuló en su propia oficina de la Casa Rosada."
Y sigue así: "O’Reilly es un importante empresario inmobiliario de la zona norte, ex rugbier del Club Atlético San Isidro (CASI) y numerario del Opus Dei, que fue llevado al gobierno nacional por Massa como asesor ad honorem durante su paso por la jefatura de Gabinete entre julio del 2008 y julio del 2009. Según el cable de la reunión de O’Reilly con los estadounidenses, el asesor de Massa predijo un horizonte de devaluación, recesión y fuga de capitales para ese año 2009, escenario que nunca se materializó, contradiciendo las predicciones optimistas del gobierno. El entonces representante del gobierno opinó también que en la Argentina no había seguridad jurídica (….) O’Reilly señaló además que estaba a favor de un ajuste en las tarifas de los servicios públicos, cosa que hasta el día de hoy no ocurrió. (…) Al final de cable, a modo de conclusión, el autor destaca la sorpresa que le causó a la embajada escuchar a funcionarios criticar a su propio gobierno delante de extranjeros en la mismísima Casa Rosada."
Esto último, vale una relectura. Y otra más: la mano derecha de Massa hizo sonrojar a los estadounidenses por su nivel de cipayismo. Es así: los estadounidenses no respetan a ningún representante gubernamental del capitalismo periférico, pero menos que menos a los que hablan en contra de su propio país. No les entra en la cabeza, porque ellos jamás lo harían. Es casi imposible encontrar republicanos o demócratas que hablen en contra de su propio presidente o de su Nación fuera de sus fronteras.
Pero el libro de O’Donnell dice mucho más: "Cuatro meses después de renunciar, Massa cenó con la embajadora Vilma Socorro Martínez en la casa de O’Reilly. Fue allí que el intendente de Tigre descargó todo su rencor hacia la pareja presidencial. 'Massa dijo que los Kirchner no tenían probabilidades de capturar las presidencias de 2011.' (…). Massa fue despiadado en sus críticas a la pareja presidencial, especialmente a Néstor. Aunque ninguneó los informes de prensa que decían que él y Néstor se habían agarrado a las trompadas en el cuartel de campaña en la madrugada previa a la derrota en las elecciones de mitad de período, en junio de 2009,(...)
Massa no pudo siquiera oler el 54% de los votos del kirchnerismo en 2011, como ahora tampoco pudo advertir que su figura no convocaba al oficialismo crítico, que existe, pero no fue a engrosar sus listas como él suponía. Del mismo modo, nunca pudo imaginar que el "perverso" de Néstor Kirchner entraría en la historia como el líder que sacó a la Argentina del pozo. ¿No son muchos errores para alguien con tantas ambiciones?
Es verdad que durante todo ese tiempo, nunca escatimó críticas a Néstor y Cristina. Lo confirma Wikileaks. Pero hay al menos ocho fuentes, asistentes de una reunión en un hotel, que fueron testigos de sus críticas a la Ley de Medios de la democracia, que impulsó el kirchnerismo: "No hacía falta hacer una ley para combatir a Magnetto. Si querían hacerle algún daño, bastaba coordinar con los municipios para obligarlo a soterrar los cables aéreos de Cablevisión. Con eso, lo hacías quebrar, le hacías inviable el negocio y lo tenías a tus pies. Pero se metieron con la ley, que no sirve para nada." ¿Y el derecho a la comunicación? ¿Y la democratización de la palabra? Nada de nada.
¿Cuál sería el lugar ideológico que ocupa Massa? Otro libro, Sergio Massa, ¿cómo comenzó su carrera política y cómo llegó a Tigre, de Santiago Campos (que aclara en su dedicatoria: "esta investigación fue emprendida con el visto bueno del biografiado" y es muy completa), lo describe así, en página 71: "Con respecto a su ideología, la centroderecha parece ser el lugar del espectro en el que más cómodo se encuentra. Así parecieran testimoniarlo sus antecedentes: UCD, menemismo y ruptura con los Kirchner. Así también parece indicarlo su predilección por el tema de la seguridad y el control. Esquivar las definiciones ideológicas escudándose en que son secundarias para las preocupaciones de 'la gente' no hace más que reforzar su pertenencia."
Quedan pocas semanas para las PASO. Por ahora, Massa admite que tiene un tercer puesto asegurado y que sería feliz con ganarle a De Narváez.
Su intención es instalarse. Hacer algún ruido. Las señales al establishment están lanzadas. En su lista Clarín está presente, también Techint y lo mismo el PRO. Con una ayudita de la Embajada, quién le dice, tal vez le alcance para triunfar sobre De Narváez.
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Pero ¿quién es realmente Sergio Massa? Veamos sus orígenes políticos:

Sergio Massa cursó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Agustiniano de San Andrés (partido de General San Martín), Provincia de Buenos Aires. Cursó estudios de abogacía en la Facultad de Derecho de la Universidad de Belgrano, aunque no finalizó la carrera.De origen vinculado al partido liberal-conservador Unión del Centro Democrático (UceDé), donde trabajó junto al concejal del Partido de San Martín Alejandro Keck. Fue presidente de la Juventud Liberal de la Provincia de Buenos Aires entre los años '94 y '96 y pasó luego a las filas del Partido Justicialista como muchos de los integrantes de su antigua agrupación. En dicho partido, comenzó a trabajar territorios para el sindicalista gastronómico Luis Barrionuevo. Luego de un efímero paso por la Subsecretaría de la Juventud del Ministerio del Interior, fue asesor del Ministerio de Desarrollo Social en el marco de la gestión de Ramón "Palito" Ortega. Luego, resultó electo Diputado provincial por Buenos Aires.
En el interludio de acefalía presidencial que siguió a la renuncia del Presidente de la Nación Fernando De la Rúa, fue nombrado Director Ejecutivo de ANSeS por el presidente interino Eduardo Duhalde.
En noviembre de 2010 los cables de Wikileaks revelaron que era uno de los confidentes más importantes de la Embajada de los Estados Unidos, ya sea siendo parte del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, como tambien luego de abandonado el gobierno.
Los cables tambien revelaron que Massa apoyaba el despido de 155 trabajadores por parte de la empresa norteamericana Kraft
El 7 de julio de 2009 fue reemplazado en la Jefatura de Gabinete por Aníbal Fernández. Integró la lista a la Cámara de Diputados de la Nación Argentina para las Elecciones legislativas de Argentina de 2009 en una candidatura testimonial. Poco después de ganar, renunció. El episodio de las elecciones legislativas del 2009 le costó al intendente de Tigre el mote de "traidor" por parte del kirchnerismo, ya que su candidata a concejal en Tigre y esposa, Malena Galmarini de Massa, sacó junto con su lista 14 puntos por sobre el candidato a diputado en la misma provincia Néstor Kirchner. Esto fue posible gracias a que Massa llevó una boleta local, despegada de la de Kirchner. La campaña de Malena Massa mostró una evidente distancia con la estética de la campaña de Kirchner. Durante la campaña del 2009 en Tigre, el oficialismo municipal llenó sus afiches y propaganda de color rojo, al igual que el candidato provincial opositor Francisco De Narváez, que se encontraba en auge e incluso afirmó que Sergio Massa "había tomado la decisión de irse del gobierno". La campaña se desarrollaba en un clima de mucho desprestigio hacia la figura del ex presidente Kirchner, y el entonces jefe de gabinete y esposo de la líder de la lista de concejales logró fortalecer su poderío en el municipio sin quedar ligado a la imagen negativa que en ese entonces tenía el gobierno nacional.
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Desde los 17 años, Massa lideraba un grupo de la juventud de la zona norte del Gran Buenos Aires en el partido fundado por Álvaro Alsogaray. La UceDé vivía desde fines de los ’80, hasta que fue cooptada por el menemismo, un debate interno bastante cruento. Coexistían, por un lado, el ala oficial ultraliberal, que defendía el propio Alsogaray y otros jefes como Jorge Aguado y Francisco Durañona. En la vereda opuesta, Federico Clerici pretendía darle al partido un perfil más europeo, menos ortodoxo y nada menemista. Massa era un ferviente partidario de la primera postura, que triunfó.Entre otras cosas, el combate que enfrentaba a unos y otros ucedeístas ponía el acento en la reforma previsional. Mientras Clerici defendía la posibilidad de que la adhesión a las AFJP fuera optativa, el grupo en el que militaba Massa apoyaba la afiliación compulsiva, como terminó consagrando la ley que ahora el propio Massa se encargó de reformar.
La joven promesa de la UceDé fue encandilada por las luces del menemismo. Massa militó activamente para que el partido fuera finalmente embebido y su cambio a las filas del PJ se dio a partir del contacto con Marcela Durrieu, esposa del ex secretario de Deportes Fernando "Pato" Galmarini y padres ambos de su actual mujer, Malena.
La victoria de la Alianza encontró a Massa como diputado. Llegado el interinato presidencial de Duhalde, éste lo ubicó en una cartera clave, la jefatura de la ANSES, una de las oficinas por las que pasa más dinero público de toda la administración.
La divisoria de aguas que hizo Néstor Kirchner dejó a Massa del lado de los buenos y lo ratificó en el cargo, entre otras cosas por su
demostrada eficiencia. Desde su despacho activó por momentos la campaña para la intendencia de Tigre y hasta se imaginó en algún momento llegar a la gobernación bonaerense. Es que Massa hace rato que cree que Tigre le queda chico.
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Revisemos ahora un oscuro episodio de su trayectoria "kirchnerista":

¿TRAIDORES?
Las mayores diferencias en listas locales, con respecto a las de diputados en el Gran Buenos Aires, la obtuvieron Juan José Mussi, de Berazategui, con 16 puntos; el jefe de Gabinete, Sergio Massa, de Tigre, con 14 puntos; lo mismo que obtuvo el intendente de La Plata, Pablo Bruera. Alejandro Granados, de Ezeiza, con 11 puntos; Darío Giustozzi de Almirante Brown con 10 puntos y los jefes comunales de Malvinas Argentinas y Pilar, Jesús Cariglino y Humberto Zúccaro, con 9 puntos de diferencia, terminaron de armar el rompecabezas de la resta.
Unos días antes de las elecciones le aseguraron a Néstor que algunos intendentes estaban en negociaciones con Francisco de Narváez. Y que el acuerdo incluía el reparto de la boleta del PRO para diputados cortada y la local abajo. "Quédense tranquilos, que les garantizamos gobernabilidad", les prometían. De Narváez lo admitió ante Crítica de la Argentina, pero no quiso dar nombres. La versión abonó la denuncia del Acuerdo Cívico y Social que, a partir de entonces empezó a nombrar al Frente para la Victoria y a Unión PRO como PJ1 y PJ2.

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Temprano,
Julio De Vido manoteó los diarios y empezó, puntilloso, a recopilar datos. Por mandato de Néstor Kirchner o por propia voluntad, inició una cacería: con los resultados de la elección en la mano, llamó a los intendentes donde el domingo ganó el PJ.
Sobre el mediodía un mapeo puntual arrojó un dato duro: sólo en doce distritos manejados por intendentes K, algunos del PJ y otros radicales, la diferencia entre la lista nacional de Kirchner-Scioli y las boletas de los alcaldes sumaba unos 200 mil votos.
El fenómeno, que alienta a los sectores ultra K a encarar una embestida sobre ese puñado de intendentes, se utiliza para explicar, con cierta ceguera pero también con rigor numérico, que si los caciques no hubiesen «jugado al corte» la elección podría haber sido distinta.
En la larga madrugada en el piso 19 del Intercontinental
el tema del corte estalló en un cruce entre el jefe de Gabinete, Sergio Massa, y el ministro del Interior, Florencio Randazzo. Razón: Massa llevó en Tigre una boleta local, despegada de la de Kirchner, lo que explica que en el recuento final, Malena Massa haya sumado 27 mil votos más que el ex presidente.
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Veamos finalmente lo que nos cuenta sobre el "joven intendente" un cable secreto de la embajada de los EE.UU. en Buenos Aires, revelado por WikiLeaks y traducido y publicado oportunamente por Basurero Nacional en sus WikiPis:
 

Dicen los primeros dos jefes de Gabinete.
El Embajador y el número dos de la embajada también cenaron con el segundo jefe de Gabinete de CFK, Sergio Massa, y su esposa, la concejala electa Malena Galmarini, en la casa del ex colaborador de Massa en la Casa Rosada, el empresario Jorge O’Reilly, el 12 de noviembre. En cada una de esas conversaciones, los dos destacados peronistas, que durante su gestión en la Casa Rosada trabajaron a diario con los Kirchner en la dirección del gobierno argentino, expresaron con mucha franqueza su distanciamiento de los Kirchner y su pesimismo respecto de las perspectivas políticas de la primera pareja. Alberto (Fernandez) y Massa coinciden: los Kirchner perderán en 2011.
3. Massa dijo que los Kirchner no tienen oportunidad de ganar la presidencia en 2011. Cuando se les pidió que hicieran una estimación de sus oportunidades, Massa contestó: "cero". También minimizó la opinión de que los Kirchner extenderían su gestión mediante un estilo de gobierno del tipo del de Chávez. Massa dijo que, a pesar de todos sus problemas, Argentina no es Venezuela. Su sociedad sigue siendo demasiado educada, demasiado clase media y demasiado "moderada", y su economía es mucho más compleja y diversa que la monocultura petrolera de Venezuela. Argentina, dijo, no toleraría los intentos de los Kirchner de consolidar su poder por medio de un gobierno más autocrático. El resultado de sus tácticas intransigentes luego de las elecciones de mitad de mandato, sostuvo, fue una imagen aun más negativa en las encuestas.
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6. Massa sostuvo que el senador por Santa Fe Carlos Reutemann sería el ganador más probable de las elecciones presidenciales de 2011. Dijo que la estrategia de bajo perfil de Reutemann era prudente, no una muestra de torpeza ni de indecisión, como suele aparecer en la prensa. Dado que Reutemann conservaba la calma, la maquinaria Kirchner se concentraba en atacar al vicepresidente Cobos y al alcalde de Buenos Aires Mauricio Macri. Los ataques, sostuvo, perjudicarían a los dos posibles rivales de una candidatura de Reutemann. Cuando la campaña comience, Reutemann estaría bien posicionado para obtener la nominación peronista e imponerse a los demás.
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8. Massa fue caústico en su crítica de la primera pareja, sobre todo de Néstor. Si bien minimizó las versiones periodísticas de que poco antes de que amaneciera él y Kirchner habían llegado a los golpes en el bunker de campaña luego de su derrota en las elecciones de mitad de mandato de junio, calificó a Néstor de "psicópata", "monstruo" y "cobarde" cuya actitud política patotera enmascara una profunda inseguridad y sentimientos de inferioridad. (La esposa de Massa se mostró tan alarmada ante esos comentarios desinhibidos, que él le pidió: "dejá de ponerme caras".) Refutó el argumento de que Néstor era un estratega brillante y dijo que el ex presidente era torpe y estaba tan convencido de su propia inteligencia que sin duda seguiría cometiendo errores. (...) Dijo que Néstor no podía relacionarse con otros más allá del reducido ámbito de sus ambiciones políticas. "Kirchner no es un genio perverso", concluyó Massa. "Es sólo perverso."
9. Massa describió sus doce meses de gestión como jefe de Gabinete como una odisea en la que tuvo que tratar con un consorte presidencial controlador y una presidenta "sumisa, retraída", "que estaría mucho mejor sin Néstor que con él". Señaló que, durante su gestión en la Casa Rosada, decidió concurrir al programa de televisión del estilo de Oprah que conduce Mirtha Legrand. En el set, minutos antes de comenzar la grabación del programa, recibió un llamado de Néstor dándole instrucciones de abandonar el set porque la apolítica Legrand "era una figura opositora". Massa le digo que participaría en el programa a menos que su jefa oficial, CFK, que estaba de viaje en el exterior, le ordenara lo contrario. Luego recibió tres llamados sucesivos de miembros del Gabinete que los instaron a no hacer el programa. Massa no siguió su consejo. Ambos se concentran en el futuro posterior a los Kirchner.
10. En cuanto a sus propios planes, Massa confirmó que proyecta presentarse como candidato a la gobernación de Buenos Aires en 2011, lo que lo enfrentaría al ganador de las elecciones de mitad de mandato, Francisco de Narváez, al actual gobernador Daniel Scioli y al sindicalista Hugo Moyano. Massa dijo que anunciará su candidatura en la tercera semana de enero, la semana en que los argentinos (en su mayor parte de vacaciones) compran más diarios.
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12. Massa y Fernández tienen mucho en común, desde su experiencia en el gabinete de CFK hasta su activo papel en el incipiente movimiento contra Kirchner dentro del peronismo. En líneas generales, ambos tienen una orientación proestadounidense.
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Massa, de treinta y siete años, más de diez años menor, tiene proyectos más ambiciosos. Espera ganar la gobernación de Buenos Aires y, por último, la presidencia argentina.
MARTINEZ
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Como vemos, este baluarte de la "nueva política", de los "más altos princípios republicanos" no es más que un político que no rehusa ningún medio (cambiar de partidos, ideologías y apoyos nacionales o internacionales) para llegar al poder: algo realmente "nuevo" en la política, ¿no es cierto...?


 
 

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