
Nosotros y los Otros.
Finalmente, sobre el mentado tema de la discriminación subyacente en nuestro país, tratado aquí y aquí, ya es hora de buscar una explicación a esta característica de nuestra sociedad, no para justificarla sino para asumirla y tratar de cambiarla, y para eso nada mejor que acudir a la ciencia, a los científicos sociales (antropólogos y sociólogos) y periodistas que tratan a diario con esta problemática.
Démosles ahora la palabra a ellos:
“Como sabemos, el término “nosotros” expresa fundamentalmente el reconocimiento de una identidad colectiva que adquiere plena significación cuando se opone a su contrario, “los otros”, el nosotros fue entonces el punto de partida para clasificar a los otros dentro del esquema evolutivo y sobre todo, una manera de calificar y categorizar lo diferente.
“La expansión europea del siglo XIX, como todo colonialismo, se sostenía sobre los supuestos de considerar lo descubierto como propio, no perteneciente a nadie y legitimando dicha apropiación en la superioridad del conquistador sobre la incapacidad e ignorancia de los pueblos colonizados, con la particularidad de sustentar, fundamentar y justificar la pretendida inferioridad desde el prestigio de la práctica científica. De este modo el método utilizado para establecer la superioridad del “hombre civilizado” fue la comparación realizada desde el más familiar sentido común: “cuanto más simple más cercano al salvajismo y más alejado de la civilización”, aunque conjuntamente se utilizó la deducción especulativa cuando los datos resultaban escasos. El mecanismo fundamental para clasificar a 'los otros' en el esquema evolutivo consistía en identificar las ausencias de adquisiciones culturales. De este modo, el evolucionismo definía a los otros como aquellos seres sin los bienes e instituciones de la civilización moderna y construía su imagen a partir de la carencia esencialmente intrínseca resaltando además de las ausencias, “la desorganización y el caos”. Decía un autor de fines del siglo pasado: “No es natural, no es justo que los pueblos civilizados occidentales vivan en espacios restringidos, donde acumulan maravillas de la ciencia, del arte de la civilización, dejando la mitad del mundo a pequeños grupos de hombres incapaces e ignorantes...”. (Lischetti, M. (comp.) Antropología, Buenos Aires, EUDEBA, 1991.)
“En otras palabras, la invasión, la expropiación de las tierras, la explotación, el extermino y genocidio de ‘los otros’ fundamentado en la superioridad del hombre blanco civilizado no fue mostrado ni por la ciencia ni por la naciente cinematografía ni por ninguna otra “institución civilizada” como una expresión del más acérrimo de los racismos. A lo que Eduardo Menéndez se preguntó: “Pero cuándo los hombres blancos occidentales y cristianos nos hemos enterado de que existía el racismo, no sólo como discriminación más o menos distanciadora de los otros, sino como asesinato, como una de las formas más terribles de violencia en todas las dimensiones que podemos imaginar: El dato no por ser evidente deja de ser espectacular: tendemos a ubicar ese período con la decadencia del treinta y más específicamente con ‘la preparación y desarrollo’ de la segunda guerra mundial. Es decir tendemos a identificar y ‘redescubrir’ la relación existente entre racismo y violencia sólo en el momento en que una máquina blanca de guerra trata de exterminar en Europa a otros blancos muy parecidos. ¿Pero acaso algo de esto era nuevo? ¿Acaso los blancos no habían asesinado, discriminado, inferiorizado a otros conjuntos humanos? Lo único nuevo fue que tal acción haya operado básicamente sobre Europa, sobre blancos con los mismos principios ideológicos que venían empleando sobre ‘indios, negros y amarillos’.”(Menendez, E. “Racismo, colonialismo y violencia científica” en Transformaciones Nº47, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1968.)
Tomado de "La construcción de la alteridad a través de las imágenes" del Lic.Cristian Jure, Cátedra de Antropología Social / Facultad de Bellas Artes – UNLP
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Racismo en la Argentina
“En la Argentina han existido y existen conductas de discriminación relacionadas con las características étnicas o el origen nacional de las personas. A su vez, la discriminación de tipo racista suele estar íntimamente relacionada con conductas de discriminación por causas socio-económicas y políticas.
“Se han difundido términos y conductas para discriminar a ciertos grupos de población, en especial a aquellos denominados «negros», un grupo que en la Argentina no se encuentra claramente definido, pero se asocia, aunque no exclusivamente, con personas de piel o cabello más oscuro, pertenecientes a la clase trabajadora, clase baja, pobres y, más recientemente con la delincuencia.
La Argentina, tanto en su historia como en la actualidad, muestra muchas formas de racismo, desde la discriminación de indígenas y africanos y el racismo generalizado contra los «cabecitas negras» hasta el trato dispensado a los inmigrantes pobres de los países latinoamericanos cercanos. Por otro lado, también hay una conciencia antirracista y grupos, organizaciones y científicos que se oponen al racismo cotidiano." Teun Van Dijk Los intelectuales del mundo.
Van Dijk: «Aún tenemos un discurso racista». La Nación. 2 de abril de 2008.
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¿Día de la Raza? ¿De qué raza...?
El Día de la Raza fue establecido en la Argentina en 1917 por decreto 3 del presidente Hipólito Yrigoyen, como reafirmación de la identidad hispanoamericana frente a los Estados Unidos y la Doctrina Monroe. En la Argentina existe desde 2007 un proyecto de decreto, 7 presentado por el INADI, de modificar el nombre de Día de la Raza por Día de la Diversidad Cultural Americana. En septiembre de 2010 el Poder Ejecutivo Nacional envió al Congreso un proyecto de ley en ese sentido.
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Podemos decir que el edificio discriminador y segregacionista, racista en definitiva, esta basado en cimientos de barro, en el concepto perimido de "razas humanas". Para aclarar tamaño error conceptual podemos afirmar que "en antropología física o antropología clásica, raza se ha empleado históricamente en la diferenciación de los seres humanos por sus características físicas. Sin embargo, a partir de los años 1950 y 1960 el término ha ido cayendo en desuso con el advenimiento de la genética humana y de las nuevas corrientes antropológicas." Y, más concretamente, agregar que:
"Las razas no existen, ni biológicamente ni científicamente. Los hombres por su origen común, pertenecen al mismo repertorio genético. Las variciones que podemos constatar no son el resultado de genes diferentes. Si de "razas" se tratara, hay una sola "raza": la humana."
José Marín González, Doctor en Antropología de la Universidad La Sorbonne de París
Apelaremos ahora al consenso universal de la ONU sobre el tema:
Declaraciones de la UNESCO.
Respecto a las razas, las declaraciones científicas que quizás gozan de más autoridad son las de un grupo de expertos reunidos por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura). En 1950, 1951, 1964 y 1967 se celebraron reuniones en las que un grupo internacional de antropólogos, zoólogos, médicos, anatomistas y otros promulgaron de común acuerdo cuatro declaraciones sobre las razas. La última enfatizaba los tres puntos siguientes:
A “Todos los hombres que viven hoy día pertenecen a la misma especie y descienden del mismo tronco.”
B “La división de la especie humana en ‘razas’ es en parte convencional y en parte arbitraria, y no implica ninguna jerarquía en absoluto. [...]”
C “El conocimiento biológico actual no nos permite imputar los logros culturales a las diferencias en el potencial genético, sino que solo deberían atribuirse a la historia cultural de los diferentes pueblos. Los pueblos del mundo actual parecen poseer igual potencial biológico para alcanzar cualquier nivel de civilización.”
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Nosotros, los morochos
“En la Argentina se dice que el gato que trae mala suerte es el negro, al que trabaja mucho se comenta que lo hace como un negro y los medios titulan notas con expresiones recurrentes como “el pasado negro u oscuro” de alguien. Se sabe: ciertos modos de la delincuencia aparecen vinculados con el nivel de pigmentos en piel. Pero cuando se trata del robo a un banco hecho de una manera elegante, o cuando es mucho el dinero afanado mediante ardides ingeniosos, se habla de “ladrones de guante blanco”. Lo que casi nunca aparece en las pantallas televisivas del país son rostros de actores, políticos, conductores de televisión o modelos que pinten morochos.”Por Nahuel Gallotta
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Bajada de Línea,Víctor Hugo ..."Los Miedos, Los Negros, Los Gorilas"