¿Qué pretenden estos inmigrantes insaciables? ¿Por qué tenemos que hacernos cargo de los problemas de su país de orígen? ¡Que se vuelvan a su país! Porque ellos vienen a tener hijos acá porque en su país hay miseria, usan nuestros hospitales y nuestras escuelas, no hablan bien el castellano, vienen a matarse el hambre acá, son delincuentes y narcos, viven en las villas miserias, son sucios, negros, son inmigración de baja calidad. ¿Qué tenemos en común con ellos? Nosotros somos trabajadores argentinos nacidos acá y tenemos derecho a vivir aquí, ellos no porque son extranjeros. ¡Que se vayan estos verduleros y albañiles bolivianos, peruanos y paraguayos, esos negros africanos que venden biyutería barata en la calle, esos morochos que coparon el Once con sus puestos!
Viendo los sucesos ocurridos en los años ’40 y ‘50, un ciudadano nativo argentino se podría preguntar:
¿Qué pretenden estos inmigrantes insaciables? ¿Por qué tenemos que hacernos cargo de los problemas de su país de orígen? ¡Que se vuelvan a su país! Porque ellos vienen a tener hijos acá porque en su país hay miseria, usan nuestros hospitales y nuestras escuelas, no hablan bien el castellano, vienen a matarse el hambre acá, son delincuentes nazis o fascistas, viven en hoteluchos y pensiones de mala muerte, son judíos sucios sobrevivientes de los campos de concentración o eslavos que escaparon de la guerra mundial, son inmigración de baja calidad. ¿Qué tenemos en común con ellos? Nosotros somos trabajadores argentinos nacidos acá y tenemos derecho a vivir aquí, ellos no porque son extranjeros, que se queden en los escombros de su país y lo arreglen porque la guerra la empezaron ellos, que se hagan cargo de las consecuencias y no vengan acá a disfrutar de nuestro país que no tuvo nada que ver. ¡Que se vayan estos italianos fascistas, estos alemanes nazis, estos croatas, polacos y japoneses, que los mantengan los de las Naciones Unidas!
¿Qué pretenden estos inmigrantes insaciables? ¿Por qué tenemos que hacernos cargo de los problemas de su país de orígen? ¡Que se vuelvan a su país! Porque ellos vienen a tener hijos acá porque en su país hay miseria, usan nuestros hospitales y nuestras escuelas, no hablan bien el castellano, vienen a matarse el hambre acá, son delincuentes y anarquistas, viven en conventillos de mala muerte, son sucios, son inmigración de baja calidad. ¿Qué tenemos en común con ellos? Nosotros somos trabajadores argentinos nacidos acá y tenemos derecho a vivir aquí, ellos no porque son extranjeros. ¡Que se vayan estos tanos patasucias verduleros y albañiles, gallegos brutos y republicanos, comunistas o anarquistas, polacos y rusos judíos sucios que huyen del Zar y que coparon el Once con sus puestos, esos turcos nómades que venden por la calle y esos gitanos sucios que duermen en el suelo y roban anillos en la calle y secuestran chicos.
Viendo los sucesos ocurridos en las últimas décadas del siglo XIX, un ciudadano nativo argentino se podría preguntar:
¿Qué pretenden estos inmigrantes insaciables? ¿Por qué tenemos que hacernos cargo de los problemas de su país de orígen? ¡Que se vuelvan a su país! Porque ellos vienen a tener hijos acá porque en su país hay miseria, usan nuestros hospitales y nuestras escuelas, no hablan bien el castellano, vienen a matarse el hambre acá, son delincuentes, son inmigración de baja calidad. ¿Qué tenemos en común con ellos? Nosotros somos trabajadores argentinos nacidos acá y tenemos derecho a vivir aquí, ellos no porque son extranjeros. ¡Que se vayan estos turcos vendedores trashumantes que estafan a nuestros gauchos, estos gallegos brutos, estos galeses que coparon la patagonia fundando sus propios pueblos, con sus propias banderas y que no hablan castellano, estos ingleses comerciantes y terratenientes que se quedaron con nuestros campos y nuestros ferrocarriles y tranvías.
Viendo los sucesos ocurridos en los últimos cuatro siglos, un nativo americano se podría preguntar:
¿Qué pretenden estos inmigrantes insaciables? ¿Por qué tenemos que hacernos cargo de los problemas de su país de orígen? ¡Que se vuelvan a su país! Porque ellos vienen a tener hijos acá porque en su país hay miseria. Nos roban nuestras tierras, nuestras riquezas, exterminan o esclavizan nuestra gente, no hablan nuestras lenguas y pretenden que adoptemos la suya, prohiben nuestros dioses y pretenden que adoptemos el suyo, son delincuentes, asesinos, torturadores, son inmigración de baja calidad. ¿Qué tenemos en común con ellos? Nosotros y nuestros antepasados hemos nacido acá y habitamos estas tierras desde hace milenios y tenemos derecho a vivir aquí, ellos no porque son extranjeros. ¡Que se vayan estos europeos aventureros, conquistadores de tierras lejanas y apropiadores de lo ajeno!
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