Como
sabemos, tanto Cristina Fernández como Carlos Menem sufrieron intervenciones
quirúrgicas durante su mandato presidencial. Pero esos hechos extrañamente (?) no
merecieron una cobertura similar por parte del principal diario (grupo
mediático) argentino. En ambos casos la noticia apareció, por supuesto, en la
tapa del diario (y fue destacado por la cobertura de sus medios radiales y
televisivos hermanos) pero, como veremos, con contenidos diferentes e intencionalidad
contraria. No son necesarias muchas acotaciones para resaltar esta diferencia
en ambas coberturas, por eso, este humilde servidor público resaltará sólo unos
párrafos de cada tapa de Clarín de los días que rodearon a ambas intervenciones
quirúrgicas presidenciales, para que sirva de humilde guía al lector.
Empecemos
analizando cómo informó “objetivamente” Clarín cada una de las operaciones de
los presidentes.
Con
respecto a la afección que sufrió el presidente Carlos Menem en 1993, Clarín informó
de la siguiente manera:
Por aquellos días,
mes de octubre de 1993, sólo había una discusión: los intentos de Carlos Menem
para conseguir su reelección. Un cosquilleo en el brazo izquierdo
mientras jugaba al golf en la quinta de Olivos y un pequeño desvanecimiento a
media mañana fueron los primeros síntomas de lo que ocurriría horas más tarde:
el presidente era sometido a una imprevista intervención quirúrgica.
Fue el 14 de octubre de 1993. Dos horas duró la operación mediante la cual Menem fue liberado de una obstrucción de la arteria carótida interna derecha, que irriga sangre desde el corazón hasta el cerebro.
A las 23.45 de ese día, el médico personal del entonces presidente, Alejandro Tfeli, acompañado por el cirujano Juan Carlos Parodi, anunció que la operación había sido todo "un éxito".
Los médicos informaron que se trataba de un problema cerebrovascular y no cardíaco. La arteria carótida estaba obstruida casi totalmente a causa de un ateroma, una placa de colesterol propia de la arteroesclerosis.
Menem llegó esa tarde a una clínica de Belgrano, acompañado por sus dos hijos, Zulemita y Carlitos.
Fue el 14 de octubre de 1993. Dos horas duró la operación mediante la cual Menem fue liberado de una obstrucción de la arteria carótida interna derecha, que irriga sangre desde el corazón hasta el cerebro.
A las 23.45 de ese día, el médico personal del entonces presidente, Alejandro Tfeli, acompañado por el cirujano Juan Carlos Parodi, anunció que la operación había sido todo "un éxito".
Los médicos informaron que se trataba de un problema cerebrovascular y no cardíaco. La arteria carótida estaba obstruida casi totalmente a causa de un ateroma, una placa de colesterol propia de la arteroesclerosis.
Menem llegó esa tarde a una clínica de Belgrano, acompañado por sus dos hijos, Zulemita y Carlitos.
Mientras que el
ministro de Economía, Domingo Cavallo, se preocupaba por tranquilizar a los
mercados. "Gracias a Dios, el Presidente está bien y no es
grave", repetía el entonces ministro de Economía.
Menem estuvo internado durante cuatro días. Días en los que su habitación se convirtió de un desfile de personalidades políticas y la vereda de la clínica mantuvo una guardia permanente de seguidores. Una de las visitas más significativas fue la de Raúl Alfonsín. Ambos mantenían duros enfrentamientos por la reelección. Pero en la tarde del viernes 15 dejaron de lado los enojos durante siete minutos y hasta se permitieron un abrazo.
Apenas le dieron el alta médico, Menem fue directo a Olivos para dar una conferencia de prensa. "Estoy mejor que antes", fue lo primero que dijo. Lo segundo: "Así que ni pienso en renunciar a la reelección, les pido que le den la oportunidad al pueblo que se pronuncie". Y ahí nomás volvió a amenazar con llamar a un plebiscito para conseguir su segundo mandato.
Pocos días más tarde, el 3 de noviembre, Menem acordaba con Alfonsín los términos del Pacto Olivos que le abrió las puertas a su reelección.
Nota completa
Menem estuvo internado durante cuatro días. Días en los que su habitación se convirtió de un desfile de personalidades políticas y la vereda de la clínica mantuvo una guardia permanente de seguidores. Una de las visitas más significativas fue la de Raúl Alfonsín. Ambos mantenían duros enfrentamientos por la reelección. Pero en la tarde del viernes 15 dejaron de lado los enojos durante siete minutos y hasta se permitieron un abrazo.
Apenas le dieron el alta médico, Menem fue directo a Olivos para dar una conferencia de prensa. "Estoy mejor que antes", fue lo primero que dijo. Lo segundo: "Así que ni pienso en renunciar a la reelección, les pido que le den la oportunidad al pueblo que se pronuncie". Y ahí nomás volvió a amenazar con llamar a un plebiscito para conseguir su segundo mandato.
Pocos días más tarde, el 3 de noviembre, Menem acordaba con Alfonsín los términos del Pacto Olivos que le abrió las puertas a su reelección.
Nota completa
Con relación a la afección que sufrió la presidenta Cristina Fernández
en estos días, Clarín informó de la siguiente manera:
Lo más sólido es
el deseo colectivo de rápida recuperación y total restablecimiento de la
Presidenta tras la operación que se le hace hoy. Por ella y por lo que
representa. Y porque lo que queda ahora en escena es precario y provisorio.
Empezando por Amado Boudou, el presidente en ejercicio que aparece como regalo
inesperado, al cabo de lo que se dio en llamar “la década ganada”.
La enfermedad de Cristina
acelera los tiempos de la política y de la economía. Instala hoy, bruscamente y
sobre un nuevo eje, lo que podía vislumbrarse como una eventual incógnita a
futuro.
Faltan menos de tres
semanas para el domingo electoral. Más allá, era razonable pensar en un
Gobierno que pierde una elección, una Presidenta sin la posibilidad de ser
nuevamente reelecta y sin candidato propio a la sucesión; todo en un marco de
dificultad creciente en la economía, que requiere correcciones antes de que la
inercia por lo que no se hace pueda agravar el cuadro.
Boudou es Presidente porque la
Constitución todavía pesa más que las razones personales, por poderosas que
fueran. Aunque lo hace desde el primer minuto bajo ese condicionamiento
político.
Así, esa disminución es ya el
sello de su interinato. Y será un carga más pesada en tanto la
provisoriedad de su mandato pueda estirarse.
En fuentes oficialistas anoche se
ponía en duda que la Presidenta pudiese retomar sus tareas en 30 días, como
se anunció el sábado. Puede que haya en esa especulación más alarma que
información pura. Pero cuando se anunció el mes de reposo todavía no había
sucedido el “hormigueo en su brazo izquierdo” que se presentó el
domingo, según consignó el informe médico de ayer. Ni se había decidido
operarla.
La enfermedad de Cristina
Fernández que, de nuevo, sacude a la Argentina constituye, al mismo tiempo,
un enorme telón que oculta la actualidad
de la escena nacional. Esa escena exhibe, entre muchos, un rasgo distintivo: el
acelerado deterioro político presidencial que sucedió a aquella apabullante
victoria con el 54% de los votos, que consagró su reelección hace apenas dos
años.
La enfermedad de
Cristina, según los especialistas, sería producto de una patología vieja.
Aunque desnudaría también, a la par, muchos desarreglos de su poder. Uno de
ellos tendría ligazón, precisamente, con cierto desdén de los Kirchner con sus
problemas de salud. Le ocurrió al ex presidente, que recibió repetidos alertas
de su cuerpo antes del desenlace fatal.
Le viene sucediendo a
Cristina quien, en ese aspecto, pareciera estar bastante más atenta. Pero, en
ambos casos, persiste la sospecha de una manipulación política frente a la
irrupción de cada trastorno.
Los padecimientos de la
maquinaria de poder cristinista no concluirían, sin embargo, con Boudou. Detrás
del vicepresidente, en la línea de la sucesión, está la senadora Beatriz
Rojkés, la esposa del gobernador tucumano, José Alperovich. Ocupa el segundo escalón
en el Senado.
Hasta allí trepó sólo por
su amistad y solidaridad con Cristina. Se trata de una mujer distante del
sistema peronista. Y de todos los sistemas. ¿Alguien podría imaginarse
gobernando a Boudou la transición?. ¿Alguien podría pensar que Rojkés lo haría
sin hesitaciones? Esa manera de entender el diseño del poder de parte de la
Presidenta escondería también un trastorno. No patológico. Sí político e
institucional.
Y ahora repasemos las tapas de Clarín de los primeros días de ambas
intervenciones quirúrgicas, las que, además de coincidir en que sucedieron en el
mes de octubre, también estuvieron relacionadas de alguna manera con comicios. Como
adelantamos, destacaremos algún párrafo de cada una de ellas.
Vayamos día por día, pero intercalando cada uno de los casos (cliquear cada tapa para agrandarla).:
15 de octubre de 1993. Operación a Menem.
El mismo día afirma que "en pocos días puede estar trabajando en la
Casa Rosada", cuando Menem impulsaba su reelección mediante un plebiscito
inconstitucional. Decía que su sistema nervioso está intacto y que" su
estado general de salud es muy bueno".
6 de octubre de 2013. Operación a Cristina.
Clarínafirma: Inquietud. Hubo más de doce horas de silencio y rumores antes del
comunicado oficial.
16 de octubre de 1993. Operación a Menem.
"Franca mejoría" titula el diario independiente Clarín, y
agrega que habló con Neustadt por radio y que los mercados estuvieron calmos.
Además, comenta la visita de Alfonsín al sanatorio.
7 de octubre de 2013. Operación a Cristina.
Clarín señala: Conmoción política por la salud de Cristina. Deterioro político detrás
de la enfermedad. Reposo que impactará en la campaña.
17 de octubre de 1993. Operación a Menem.
Aclara que su evolución es óptima pero "que por ahora no podrá jugar al
fútbol y tendrá que conformarse con el golf".
8 de octubre de 2013. Operación a Cristina.
Clarín, preocupado señala: Momento crítico del gobierno. Horas en las que todo es precario y
provisorio.
18 de octubre de 1993. Operación a Menem.
Informa que vio el partido River-Boca por televisión y que sigue
impulsando un plebiscito por la reelección.
9 de octubre de 2013. Operación a Cristina.
Pesimista, Clarín afirma: Cristina necesitará un mes para recuperarse. El dilema de la Presidenta
y de su círculo familiar.
19 de octubre de 1993. Operación a Menem.
Apenas regresó a Olivos, Menem insistió con el plebiscito para su
reelección.
Como hemos visto, parece que la salud de algunos presidentes gozan de la "buena onda" del Grupo Clarín y otros no...